Confebask estima que la economía vasca crecerá en 2023 en el entorno del 1,5% aunque se constata una desaceleración y, en función de la evolución de las distintas incertidumbres, el crecimiento puede oscilar entre el 0 y el 2,5%, mientras prevé más empleo con un aumento de 10.000 afiliados y una tasa de paro del 7%. Además, ha advertido de que en el Estado hay «un entorno político muy enmarañado» que no ayuda «a generar un entorno sereno y previsible, necesario para las inversiones empresariales», por lo que ha pedido abandonar la «crispación».
La presidenta de Confebask, Isabel Busto, ha dado a conocer estas previsiones en una rueda de prensa celebrada en Bilbao, en la que ha precisado que son unos pronósticos «condicionados por una altísima incertidumbre».
En su comparecencia, ha precisado que para el año que viene estiman que la economía vasca crecerá en el entorno del 1,5%, en «cotas superiores» a la media europea y también por encima de la economía española y que 2022, un año «peor de lo previsto», cerrará con un crecimiento del 4,2%, punto y medio menos de lo que estimaban hace un año.
No obstante, ha insistido en que existen «numerosas e importantes incertidumbres» que, en función de cómo evolucionen, pueden hacer que el crecimiento final en 2023 pueda oscilar en una horquilla entre el 0% y el 2,5%. Además, ha remarcado que las perspectivas empresariales para 2023 adelantan para los próximos meses «una desaceleración del ritmo de crecimiento económico».
En relación al mercado laboral, Busto ha precisado que, aunque para 2023 se prevé una «reducción del ritmo de creación de empleo», estima un aumento de 10.000 afiliados más a la Seguridad Social para llegar a un nuevo «récord superando el millón de cotizantes», y con una tasa de paro del 7%, la más baja de los últimos 15 años«, lo que es »un buena noticia".
La presidenta de Confebask ha aludido a las «enormes y variadas turbulencias globales» existentes y ha precisado que a la guerra en Ucrania, a los altos precios de la energía, a una inflación todavía «no controlada», en definitiva a «todo lo conocido en la esfera internacional», se añade «un entorno político muy enmarañado en el Estado que no ayuda a generar un entorno sereno y previsible, necesario para las inversiones empresariales».
En este sentido, la patronal vasca aboga, en sus recomendaciones a los responsables políticos e institucionales, por «reconducir el clima político», sobre todo, en el ámbito estatal, «abandonando la polarización y crispación».
«Así las cosas, la búsqueda de acuerdos en la empresa se presenta como un reto ineludible, algo que, en Euskadi, por cierto, ya se está haciendo», ha apuntado Busto.