El CEIP Torre Ramona es el primer colegio público de Zaragoza que contará con una instalación fotovoltaica de 25 kVA --kilovoltiamperios-- en su azotea. El objetivo, con una inversión de 38.400 euros, es fomentar el autoconsumo mediante energía verde a través de los 49 módulos instalados que tendrán una potencia del generador fotovoltaico de 26.950 Wp --watio pico-- y una conexión a la red AT --Alta tensión-- 400V trifásica.
Las obras de instalación están ya en marcha, como ha comprobado el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano, quien ha recordado la «apuesta decidida de este equipo de Gobierno por la transformación energética en la ciudad a través del impulso de energía verde y autoconsumo en edificios públicos, equipamientos educativos y polígonos industriales, así como la renovación del contrato de suministro de energía eléctrica para instalaciones municipales mucho más ventajoso para las arcas municipales».
El edificio del colegio Torre Ramona actualmente cuenta con 12 unidades de Primaria y 6 de Infantil y está compuesto de planta baja --biblioteca, administración, pretecnología, gimnasio, salón de actos, laboratorio, comedor, cocina, aseos y vivienda-- y 2 elevadas --24 aulas y aseos--, con 2 núcleos de escalera, construido con estructura de hormigón armado, fachadas de hormigón prefabricado, cubierta plana asfáltica y carpinterías interior de madera y exterior de aluminio. Con este proyecto pionero se podrá dotar al equipamiento de energía verde y sostenible que abastezca su demanda.
Esta es la primera acción para después desarrollar un ambicioso proyecto global de implantación de energía fotovoltaica en las cubiertas de los centros educativos de Infantil y Primaria de la ciudad, cuya titularidad es del Gobierno de Aragón pero el mantenimiento, conservación, limpieza y pago de energía recae en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Más de 7 millones de euros
En concreto, para este 2022, el pago de la energía --electricidad, gas e hidrocarburos-- supondrá a las arcas municipales un desembolso superior a los 7.037.000 euros, de ahí la necesidad de implementar fórmulas más sostenibles y eficientes que permitan ahorrar costes al erario público.
«Hasta la fecha, en los centros de titularidad municipal se han ido instalando, con cargo a los presupuestos municipales, instalaciones fotovoltaicas que contribuyen a la reducción de los consumos y, por tanto, a la disminución del recibo de la luz», ha explicado el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano.
Sin embargo, ha recordado que «no ha ocurrido así en los colegios de titularidad del Gobierno de Aragón, donde, hasta el momento, se nos había impedido llevar a cabo la instalación de placas fotovoltaicas». «Hicimos --ha contado-- un estudio de prefactibilidad y tenemos estudiadas las cubiertas e instalaciones municipales de todos los edificios donde desarrollar este tipo de proyectos, pero carecíamos del permiso expreso de la DGA, a pesar de las reuniones y cartas remitidas al respecto».
No obstante, las declaraciones en prensa del consejero de Educación, Felipe Faci, en las que se expresaba la posibilidad sin autorización, hizo que el Ayuntamiento de Zaragoza pusiera en marcha el proyecto que ya se tiene preparado para su expansión, ha apostillado el consistorio en una nota de prensa.
88 colegios
Este plan global abarcará a 88 colegios, en un total de 215 edificaciones, instalando placas solares en cubiertas, lo que suma una superficie disponible de 83.158 metros cuadrados.
Se prevé invertir, de forma progresiva y constante, un total de 12 millones de euros para instalar una potencia de 11.639 Kw, lo que permitirá una producción anual de 17.459 Mgw/año. Las instalaciones proyectadas podrían suponer un ahorro anual a las arcas municipales cercano a los 2,1 millones de euros.
«Esperamos --ha confiado Serrano-- poder licitar pronto las superficies disponibles y aptas para la instalación y producción de energía, con la particularidad de que el consumo va a ir dirigido a los propios colegios». Es decir, el Ayuntamiento, a través de un
contrato bilateral, será el destinatario del consumo, que alcanzará cuotas del 80 por ciento, siendo el resultante del 20 por ciento distribuido en autoconsumo compartido en los equipamientos colindantes.
Estas condiciones de licitación facilitarán el acceso al concurso a los diferentes operadores, ya que tendrán garantizado el consumo de la producción.
«Pero hay más beneficios, ya que el consumo de un ratio superior al 80 por ciento nos va a permitir acceder a las subvenciones previstas por la Unión Europea en materia de eficiencia energética, por lo que el beneficio para esta Administración será mayor. Además de rebajar el consumo, y en consecuencia el coste de la energía, la instalación se amortizará con cargo a Fondos Europeos», ha resumido Víctor Serrano.