El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha licitado la asistencia técnica para el proyecto de ejecución de un tanque de tormentas dentro de la restitución paisajística del río Huerva y su integración en la escena urbana de la ciudad que mejorará la calidad de las aguas en el tramo final del río.
Esta infraestructura se creará en el área comprendida entre los puentes de Blasco de Cacho y el del Emperador Augusto. Para el apoyo en la redacción del proyecto, que durará dos meses, se destinan 18.029 euros, IVA incluido, y después se integrará en el marco general de ejecución de la regeneración del río Huerva.
En este sector del río Huerva existen numerosos puntos de alivio asociados a la red de saneamiento y a drenajes puntuales, lo que provoca la existencia de unos vertidos directos sobre el cauce que empeoran la calidad de las aguas. En los estudios de la zona ya se han documentado hasta 16 salidas en la margen derecha y una en la izquierda, generalmente de pequeño diámetro e incrustados en los muros, si bien no se tiene constancia clara de su origen.
Unos eran puntos de drenaje de antiguas huertas, otros de viarios preexistentes a la actual configuración de calles, e incluso
algunos son vertidos de fincas sin conexión a la red pública de alcantarillado. Son, en definitiva, causa de un urbanismo propio de la zona, ejecutado hace muchas décadas y que ha sido muy concentrado y volcado hacia el cauce. El resultado final es una red de saneamiento de tipo unitario, con escasa capacidad hidráulica en momentos de lluvias y nula resiliencia al escenario climático.
Restitución y conservación
«El proyecto de recuperación de las riberas del Huerva va más allá de su vertiente urbanística», ha destacado el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano, quien ha recordado que el plan «se basa una filosofía de restitución y conservación paisajística, de mejora de la calidad de las aguas y de sostenibilidad». De hecho, la visión integral de esta actuación ha sido fundamental para obtener una subvención de 1.598.705,62 euros de los fondos europeos gestionados por la Fundación Biodiversidad.
«Se trata de un ambicioso plan global, valorado en 9,9 millones de euros, sobre el cauce urbano del Huerva que permitirá su integración en la ciudad, mejorando la vida y calidad del río y creando una zona verde con zonas de juegos y deportes, pasarelas, graderíos naturales, sendas y carril bici», ha resumido Serrano.
Por ello, el proyecto global recoge el diseño y ejecución de un tanque de tormentas que aumente el volumen de aguas retenidas en momentos de precipitaciones a partir de una intensidad de precipitación referencia.
La redacción del proyecto, y su posterior ejecución, se realizará bajo la dirección del arquitecto municipal que ha diseñado el plan del Huerva y de Ecociudad, y se incorporarán las soluciones técnicas y tecnologías propias desarrolladas por las empresas del sector, fundamentalmente en lo referente al tratamiento y depuración de aguas y su gestión.
Tanque de tormentas
Siguiendo la propuesta de Ecociudad, en las inmediaciones de las instalaciones abandonadas de Viveros Sopesens, a la vista de la cuenca de aportación tan amplia, se define como mejor solución un tanque de retención con capacidad para retener una lluvia de 10 años de período de retorno y una duración de 15 minutos.
Esta instalación se propone en la parte más elevada junto a los antiguos viveros, de forma que se intercepte el actual conducto de alivio y se incorpore a un tanque de retención con desbaste de sólidos y flotantes, cámara de retención, aliviadero de seguridad y sistema de bombeo para, una vez finalizadas las lluvias, se eleven a la red las aguas almacenadas para su tratamiento en la EDAR Cartuja.
La instalación se propone soterrada con acceso en superficie, de forma que se pueda integrar en la futura plaza verde. Esta instalación contará con sistemas de medición de caudales, control de contaminantes, tratamiento de olores y by pass de seguridad. La estructura se deberá diseñar de forma que sea posible integrarla en el diseño previsto para la urbanización de cada zona.
El tanque incluirá sistemas de captación, almacenamiento y envío de datos en tiempo real (SCADA) que permitan la gestión de las instalaciones los episodios de lluvia y su integración en la red que desde la Entidad de Saneamiento municipal Ecociudad Zaragoza se está desarrollando.
Además, se podrán integrar a otras redes como el Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro. El sistema deberá ser capaz de reportar avisos electrónicos y datos de forma automática para su gestión.
Estas actuaciones permitirán mejoras en el medio acuático como la eliminación de la contaminación por flotantes y sólidos en suspensión, mejorando el aspecto visual de las riberas; la reducción de los episodios de alivio; y la optimización de los caudales de aguas pluviales depurados en las EDAR*s urbanas.
Plan global del huerva
El proyecto del río Huerva, valorado en 9.932.654 euros, IVA incluido, y diseñado por el arquitecto municipal José Javier Gallardo, plantea una batería de acciones sobre el denominado subtramo 2, desde la Fuente de La Junquera hasta la desembocadura en el Ebro, y con mayor intensidad entre el puente Blasco del Cacho --paseo de Mariano Renovales-- hasta el puente Emperador Augusto --calle Juan Pablo Bonet--, siendo este último tramo donde resultarán más efectivas las actuaciones, que buscan mejorar el estado ecológico del sistema fluvial y devolver la identidad al río Huerva como pieza
vertebradora de la ciudad.
«La ciudad tiene una brecha urbanística pendiente en el entorno del río Huerva entre el Parque Grande Juan Antonio Labordeta y su soterramiento en la Gran Vía», ha aseverado Serrano, para quien este proyecto «supone un gran salto urbanístico y ecológico que recuperará las riberas como espacios de encuentro y disfrute de la naturaleza para el ciudadano, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las líneas estratégicas europeas».
El proyecto supone también demoler estructuras fijas para la ejecución de «taludes verdes tendidos de acceso al cauce acompañados por sistemas de graderíos con el fin de renaturalizar los cauces, mejorar la accesibilidad del entorno por parte de la ciudadanía y generar infraestructuras verdes contra las inundaciones», ha informado Serrano.
En la actualidad, el río se encuentra constreñido entre muros de hormigón y estructuras fijas impermeables que dificultan la integración del río en la ciudad. Las entradas y salidas al cauce se realizan por las zonas adyacentes a los puentes, normalmente a través de escaleras y estructuras impermeables y poco accesibles, que además se encuentran en zonas oscuras y poco iluminados, presentándose como una zona insegura.
Tres parques, uno inundable
«El tramo de actuación es una zona descuidada, poco accesible e incluso insegura, convirtiendo la zona ribereña es un área natural olvidada y poco atractiva», ha detallado Serrano. Por lo tanto, «con el fin de integrar el río en la ciudad, es importante dotar al entorno ribereño de espacios de descanso y disfrute que permitan conectar a los ciudadanos con el entorno natural», ha apostillado.
De esta forma se crearán tres parques a lo largo del recorrido donde se incluirá: la revegetación de carácter natural y paisajístico; un skatepark que permita a los jóvenes llevar a cabo actividades físicas; y un quiosco que permita emplazar actividades de activación económica y creación de empleo en la zona. En concreto, ha avanzado Víctor Serrano, «uno de los parques se plantea como inundable por su situación junto al cauce del río».