El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil de Alicante han inmovilizado un total de 20.231 botellas de bebidas alcohólicas por un supuesto delito de fraude a la normativa sobre Impuestos Especiales, por evitar el pago obligatorio de la tasa o por realizar un abono fiscal inferior al que corresponde.
La Comandancia de la Guardia Civil de Alicante inició la investigación tras informarles los agentes del Servicio Fiscal de la Benémerita de Barcelona que habían inspeccionado comercios de venta al público de bebidas alcohólicas de esta última provincia y que habían detectado infracciones a la normativa sobre impuestos especiales, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
En este supuesto fraude estaba implicada una destilería de bebidas alcohólicas ubicada en la comarca de la Marina Alta de Alicante. En una primera fase de la investigación, la Patrulla Fiscal de la Compañía de Calpe, el Servicio de Vigilancia Aduanera en Alicante y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Xàbia inspeccionaron una fábrica, un almacén y una tienda de venta al público de bebidas alcohólicas ubicada en el municipio alicantino de Ondara. Las tres instalaciones pertenecían al mismo grupo empresarial.
En esta actuación fueron descubiertas diversas irregularidades como botellas de bebidas alcohólicas sin las preceptivas marcas fiscales, bebidas con etiquetado fraudulento en cuanto a lote, graduación o capacidad, así como el hallazgo de un importante número de cascos de botellas vacías, que portaban etiquetas y se encontraban «en perfectas condiciones para ser reutilizadas». Adicionalmente, se descubrió un habitáculo oculto, adyacente a la nave.
Este 'modus operandi' «deliberado, recurrente y de una envergadura de fraude» fue lo que llevó a iniciar una segunda fase operativa en la investigación, que empezó el 11 de noviembre. Así, se inspeccionaron 14 establecimientos de la Comunitat Valenciana, que se ubicaban en Benidorm (cinco), Calpe (dos), Benissa (uno), Finestrat (uno), Ondara (uno), Navarrés (uno), Riba-roja (uno), Onda (uno) y Torreblanca (uno).
Según la Agencia Tributaria, solo en un almacén de la comarca Marina Alta la cantidad defraudada a la Hacienda Pública ascendería a 30.000 euros y el material inmovilizado en una nave de Riba-roja tendría un precio de venta al público de 138.765 euros.
En estas inspecciones participaron unidades del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
En todas estas labores policiales fueron descubiertas irregularidades análogas a las descubiertas en la primera fase de la investigación y que están relacionadas con un uso fraudulento de los precintos que deben llevar adheridas las botellas de contenido alcohólico. De acuerdo con la Guardia Civil, esto evidencia que se ha evitado el pago obligatorio del impuesto especial o que se ha realizado un abono fiscal inferior al que corresponde, tras modificar la graduación alcohólica de cada producto.
La Guardia Civil ha resaltado la importancia de esta actuación por la protección de los consumidores y en la lucha contra el fraude y la competencia desleal, así como por el perjuicio causado a la Hacienda Pública por la disminución en la tributación que debiera ser percibida conforme a la normativa vigente de impuestos especiales.