La investigación de la Policía Nacional sobre el crimen de Milesa S., la chica de 20 años hallada el lunes muerta en la casa de un hombre que se suicidó allí mismo, ha descartado en un principio que la causa del asesinato haya sido económica o sentimental y apuntan más bien a una posible agresividad sexual.
Por los primeros informes de la autopsia, la escena del crimen y otras iniciales averiguaciones, los agentes creen que el hombre que la contrató para mantener relaciones sexuales se sobrepasó en las prácticas sexuales que obligó o la mujer se negó a realizarlas y por eso la acabó matando.
Los investigadores son conscientes de la dificultad de conocer el móvil del feminicidio, porque el supuesto homicida, Alfonso B.A., se quitó la vida poco después ahorcándose en el baño con el cinturón de su pantalón. Además, dejó una carta manuscrita de despedida pidiendo a su familia que no gastarán dinero en su entierro y donaran su cuerpo para la ciencia, algo que no ha sido posibles. No mencionó en el papel que había matado a nadie.
El presunto asesino ya había adelantado de forma encriptada en su último estado de WhatsApp posibles conductas autolíticas con la frase «El dolor me recuerda que la felicidad que sentí fue real». Ahora, los policías están analizando el resto de mensajes de su teléfono y a otras prostitutas que contrató para conocer su relación con Milena y si era agresivo.
Y también con su exmujer y amigos, que fueron quienes acudieron a su casa al no responder Alfonso a sus llamadas y al ver ese estado del WhatsApp. Les preguntarán si es cierto que padecía una enfermedad terminal, como apuntan otras fuentes.
Los resultados exhaustivos de la autopsia de la víctima y de su supuesto verdugo también revelarán otros puntos claves, como si habrían consumido drogas o si las lesiones que le encontraron en el cuerpo eran más propias de una práctica sexual agresiva o intencionadas. Milena murió estrangulada y presentaba también un fuerte golpe en la cabeza, según indicó ayer la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.
Los hechos
La reconstrucción de los hechos que se ha hecho hasta ahora empieza el martes por la mañana, cuando la joven española de origen cubano se trasladó de la ciudad en la que vivía, Alcalá de Henares, hasta la zona centro de la capital, donde se le perdió la pista. Su pareja sentimental denunció su desaparición al día siguiente en la comisaría de la Policía Nacional complutense.
Desde entonces amigos, familiares y cuerpos de seguridad buscaban a la chica, que medía 1,50 metros, era muy guapa y de complexión delgada, pelirroja con extensiones y ojos marrones claros.
Paralelamente, la Policía tuvo constancia del suicidio por ahorcamiento de un hombre en su piso de la calle Fran Luis de León número 7, en el madrileño distrito de Arganzuela. Se llamaba Alfonso B.A., español de 53 años y carecía de antecedentes penales. Todos los signos encontrados por los agentes apuntaban a un suicidio y nada más, por lo que no analizaron el resto de la vivienda.
Pero durante las investigaciones, los agentes determinaron que la desaparecida podría haber quedado el día que se le perdió la pista con este hombre en Tirso de Molina y luego ambos, tras pasar por un restaurante y un spa, se marcharon hasta ese piso de Arganzuela para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, ya que ella trabajaba puntualmente como 'scort'.
Milena había informado a sus amigas de la quedada con este hombre, con el que no era la primera vez que se le veía. Residentes en la zona han asegurado a diferentes medios que contrataba frecuentemente a chicas jóvenes y que su físico era poco habitual --llevaba el pelo tenido de rubio--y actitud no era muy amigable con los vecinos.
Entonces, los agentes volvieron a la vivienda del fallecido y, tras una inspección exhaustiva, encontraron una puerta con un candado. Al abrirla, descubrieron el cadáver de Milena en la cama tumbada boca abajo. Presentaba múltiples golpes. Todo apunta a que el cliente la asesinó y luego se quitó la vida ese mismo día, indican a Europa Press fuentes policiales.
Al lugar del hallazgo del cadáver acudieron agentes del grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial y del grupo de Delitos Violentos de la Brigada Provincial de Policía Científica para realizar la inspección ocular y determinar las causas concretas de este supuesto homicidio.