El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, y miembros de todos los partidos salvo CUP y Vox --por motivos diferentes-- han guardado este viernes un minuto de silencio en la plaza Sant Jaume de Barcelona por el 25N, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En el acto, en el que la actriz catalana Maria Molins ha leído un manifiesto para reivindicar y recordar esta fecha, también han asistido diversos consellers, empezando por la de Igualdad y Feminismos, Tània Verge; el de Interior, Joan Ignasi Elena; la de Acción Exterior, Meritxell Serret, y la de Economía, Natàlia Mas.
Por parte de la Mesa del Parlament, ha acudido la vicepresidenta primera en funciones de presidenta, Alba Vergés (ERC); la vicepresidenta segunda, Assumpta Escarp (PSC-Units), y la secretaria segunda de la Mesa, Aurora Madaula (Junts).
Entre los presentes también estaba el primer secretario del PSC, Salvador Illa; la portavoz de ERC, Marta Vilalta; la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales; la portavoz adjunta de los comuns en la Cámara, Susanna Segovia; la diputada de Cs Anna Grau y el presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou.
Además de Bou, del consistorio han acudido la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz; el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle; la concejal de Junts Neus Munté; el candidato de ERC a las municipales, Ernest Maragall, y el presidente del grupo municipal de Cs, Paco Sierra, y como representante de la Diputación de Barcelona ha asistido la diputada delegada de Políticas de Igualdad, Laura Barnusell.
Por parte de la CUP no ha asistido ningún representante a este acto porque, según fuentes consultadas con los anticapitalistas, priorizan las convocatorias que han organizado durante este viernes para reivindicar el 25N y también han recordado que ya asistieron al acto institucional que se celebró en el Parlament este miércoles.
Verge: "estamos hartas"
«Estamos hartas de sufrir violencias machistas en todos los ámbitos. No es nuestro destino como mujeres sufrirlas ni que se nos eduque en el miedo. El movimiento feminista hace tiempo que ha dicho basta, y desde las instituciones también decimos que ya está bien», ha subrayado Verge en declaraciones posteriores a los medios.
En su opinión, es el momento de que los hombres señalen todas las violencias machistas porque la consellera considera que se necesita que toda la sociedad trabaje conjuntamente para erradicarlas.
Sobre lo ocurrido con la ministra de Igualdad, Irene Montero, cree que tiene que ver «con el intento de excluir de la vida pública» a las mujeres, dejando claro que lo que vivió ella es un ataque a todas.
Sobre un estudio del Institut Català de les Dones que apuesta por reformular la tradición catalana de los 'hereus' en Catalunya, Verge cree que todas las tradiciones pueden ser revisables porque la sociedad avanza y cambia: «Es normal que se planteen ciertas cuestiones en el siglo XXI que no habían surgido antes. Se debe poder hablar y debatir sobre cuestiones que a lo mejor sí que hay que revisar».
La concejal de Feminismos en el Ayuntamiento de Barcelona, Laura Pérez, ha reivindicado que en el acto haya representantes del consistorio, del Govern y de la Diputación de Barcelona, y cree que debe servir para reclamar «el derecho a vivir una vida libre de violencias».
Desde la Diputación, Alba Barnusell ha destacado que la violencia machista sólo se eliminará con un abordaje conjunto entre instituciones, entidades, asociaciones y ciudadanía: «Es un trabajo de red y alianzas para llegar a la violencia cero».
Manifiesto
En el manifiesto leído por la actriz Maria Molins, se constata que sigue habiendo violencia contra las mujeres, lo que supone "una violación de los derechos humanos que impide la consecución de una sociedad igualitaria y plenamente democrática.
«Aún es necesario romper el marco ideológico machista, endocéntrico y patriarcal», ha lamentado tras reivindicar la vida de las diez mujeres asesinadas este año en Catalunya, el 60% a manos de sus parejas o exparejas y el resto a manos de la familia.
Tras advertir de que la violencia machista tiene muchas formas, ha puesto el acento en la sexual al ser «una de las más habituales, pero también la más escondida e invisible», recalcado que ésta tiene que ver con el poder de humillar y dominar a las mujeres y no con el sexo.
Ante ello, ha reclamado que se señale «al agresor como único responsable» y no a la víctima, además de advertir de que la mayoría de estos casos se dan en espacios privados y los agresores suelen ser conocidos, amigos o compañeros de la mujer.
En el manifiesto también se reivindica el trabajo hecho por los movimientos feministas, se pide que la sociedad y los hombres se deshagan de «estereotipos y los roles de género que les impone el patriarcado», y reclaman poner fin a la violencia institucional.