El Ayuntamiento de València ha aprobado este jueves inicialmente, en el pleno ordinario de noviembre, su presupuesto para 2023, que asciende a 1.042.869.604,42 euros y crece en 32 millones sobre el de 2022. Las cuentas del próximo año han salido adelante con el voto a favor del equipo de gobierno local que forman Compromís y PSPV y con el rechazo de los tres grupos de la oposición municipal: PP, Cs y Vox.
El presupuesto, que fue aprobado el lunes por la Junta de Gobierno Local y posteriormente por la Comisión de Hacienda, se someterá tras el visto bueno provisional del pleno, a un periodo de exposición pública para recibir alegaciones y acordarse de manera definitiva antes de que acabe el año.
El alcalde, Joan Ribó (Compromís), ha asegurado durante el debate de estas cuentas que se trata de «un presupuesto expansivo» que supera, como sucedió ya con el de 2022, «los mil millones de euros». Ha valorado que esto se produzca «en un contexto de subida de precios y de recuperación postpandemia» como el actual.
«Tiene muy en cuenta la situación de incremento de precios y su repercusión en personal, consumo de energía y contratos», ha dicho el primer, que ha expuesto que es «el presupuesto mejor dotado de la historia» del consistorio. Ha resaltado también el aumento «del gasto social, del apoyo a los sectores productivos y la mejora de los servicios al ciudadano», así como «el esfuerzo inversor en barrios y pueblos» y la reducción de la deuda.
Igualmente, ha destacado que en las cuentas de 2023 se incorpora la segunda anualidad de los fondos Next Generation, unos 35 millones de euros; la primera aportación del Ayuntamiento por las obras del canal de acceso ferroviario de la ciudad, 31,4 millones; y los ingresos y gastos por la gestión de los inmuebles de patrimonio de la ciudad en la Marina, 4,8 millones.
Desde la oposición, el edil de Vox Vicente Montañez ha asegurado que los del próximo ejercicio son «los presupuestos de la incertidumbre, el hambre y el frío» y ha anunciado una «enmienda a la totalidad». El portavoz de Cs, Fernando Giner, ha afirmado que pasarán «a la historia por ser los presupuestos de la EMT», en alusión a lo destinado en ellos a la compañía municipal de transportes, y ha criticado que caigan las inversiones, que haya un aumento «tímido» en limpieza y que la vivienda quede desatendida.
La portavoz del PP, María José Catalá, ha manifestado que los de 2023 son los presupuestos «de un fin de ciclo» y «los últimos que se hacen sin contar con las necesidades de los valencianos», en alusión a un posible cambio de gobierno tras las elecciones de mayo. Asimismo, ha reclamado una bajada de impuestos y ha censurado el «afán recaudatorio» del ejecutivo local, además de lamentar el «agujero negro» de la EMT y criticar que se reduzcan las partidas para seguridad o vivienda.
"poco tiempo"
La oposición ha censurado que el presupuesto les haya llegado con «poco tiempo» para analizarlo y el alcalde ha pedido disculpas por ese retraso debido, ha explicado, a la celebración de la Junta de Gobierno lunes en lugar de viernes por su viaje a Suiza para recoger los galardones de Ciudades de Humedales Ramsar. Además, PP, Cs y Vox han criticado las partidas destinadas a «amiguetes», como las dirigidas a la Plataforma per la Llengua o el Micalet.