La Generalitat ha empezado a desplegar gradualmente los dispositivos de monitorización continúa de glucosa a los pacientes con diabetes tipo 2, dependientes de la insulina y que necesiten al menos 6 controles de glucemia al día, lo cual afecta a unos 2.500 diabéticos en Catalunya.
El despliegue empieza por gestantes o en programación de embarazo y por menores de edad, y la indicación de los dispositivos se hará «en el entorno asistencial de seguimiento habitual del paciente», informa la Conselleria de Salud en un comunicado.
Este aparato mide los niveles de glucosa en el líquido intersticial (no en sangre) en tiempo real: da información «comparable a la glucemia capilar de forma continuada y segura», mejora el control metabólico, alerta al paciente al detectar valores altos o bajos de glucosa, y aumenta la calidad de vida.
Unos 20.000 catalanes tienen ya un dispositivo de monitorización de glucosa, lo cual incluye a todos los enfermos con Diabetes 1, que son los que tienen más riesgo (en el último año han aumentado un 18% las personas con esta patología, pasando de 17.000 a 20.000).
En Catalunya, 75.000 diabéticos reciben controles anuales del podólogo, preventivamente para evitar el 'pie diabético', una complicación de una enfermedad vascular y neuropática crónica que pueden sufrir y que puede tener consecuencias graves, como ulceraciones e incluso amputaciones.
Más controles rutinarios
La Conselleria prevé más controles rutinarios según el riesgo del paciente: hasta ahora se preveían 3 controles rutinarios al año, mientras que con la nueva medida, y si lo prescribe el especialista, las visitas podrían llegar a 9 (ya se está probando en 7 equipos de atención primaria, y se prevé extenderlo a toda Catalunya a principios de 2023).
Otra medida que se está implementando es mejorar la seguridad y trazabilidad de la información: los informes de los podólogos figurarán en el historial clínico del paciente, que los podrá consultar a través de 'La Meva Salut'.