Las obras de acondicionamiento de la zona noroeste de la Casa de Amparo de Zaragoza para mejorar el servicio y prestaciones para sus residentes ya han comenzado. El Ayuntamiento ha invertido 513.000 euros en la creación de cinco habitaciones individuales con baño, una zona geriátrica, dos vestíbulos, un almacén y una sala multiusos, que estarán listos en un plazo de cuatro meses.
La zona de actuación comprende tres áreas situadas en las planta baja, primera y tercera, todas ellas rectangulares y accesibles desde el propio edificio.
Además, dos de sus cerramientos están en contacto con el exterior y los otros dos con el resto del edificio. Los exteriores forman parte de la fachada del edificio y los otros dos son particiones interiores; en el caso de los primeros disponen de ventanas que comunican el cerramiento de orientación norte con Paseo Echegaray, y el de orientación sur con el patio interior del edificio.
En concreto, las actuaciones comprenden la creación de cinco habitaciones, con baño privado incluido, para lo cual es necesario acometer labores de saneamiento y fontanería, así como una redistribución del tabicado. Igualmente, se procederá a adecuar el conjunto de las instalaciones a la nueva distribución y normativa vigente en la zona de la primera planta.
En la planta baja y la tercera --no existe segunda planta en esta área-- se llevarán a cabo trabajos relacionados con unos nuevos vestíbulos y almacén, que doten de funcionalidad a la zona noroeste de este espacio municipal.
Inversión municipal
El consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, ha visitado este jueves el espacio objeto de la reforma, acompañado por el consejero municipal de Acción Social y Familia en el Ayuntamiento de Zaragoza, Ángel Lorén.
Víctor Serrano ha recordado que en la Casa de Amparo, el Consistorio ha invertido 1,3 millones de euros en los dos últimos ejercicios presupuestarios, citando el proyecto para la mejora de la climatización del edificio en verano que se ha acometido recientemente y ha consistido en instalar estructuras refrigerantes en los techos.
«A consecuencia de las obras de refrigeración del edificio, se decidió implementar esta nueva iniciativa que van a suponer que la Casa de Amparo continúe siendo un referente en lo que es el cuidado de los mayores y de todas las personas que están aquí», ha comentado Serrano.
Asimismo, el consejero municipal de Urbanismo ha elogiado la «buena gestión» de este centro municipal, que se evidenció en el reducido número de casos positivos entre sus residentes en la pandemia de la COVID-19.
Por su parte, el consejero municipal de Acción Social ha apuntado que la inversión en su área se ha incrementado en un 40 por ciento con el actual equipo de Gobierno, PP-Cs, con respecto a 2019. «Este esfuerzo no solo se materializa en los programas de ayudas de urgente necesidad y para las personas más vulnerables, sino también en los dos centros residenciales de referencia que tiene el Ayuntamiento de Zaragoza, Casa Amparo y el albergue de la ciudad», ha comentado.
Casa de amparo
La Casa de Amparo ocupa desde 1871 el pabellón ubicado un solar que anteriormente albergó el Convento de Santo Domingo, quedando del anterior espacio únicamente la nave del dormitorio, que en el presente está dedicada a la iglesia y el refectorio.
El edificio fue ampliado a partir del año 1885, según proyecto de Ricardo Magdalena, dándole al edificio su actual disposición. En 1905, se iniciaron las obras del pabellón que da a la calle de los Predicadores, y entre los años 1931 y 1935 finalizaron las obras de la Casa de Amparo, ejecutándose dos nuevos pabellones, el norte y uno de los laterales.
En 1940, se realizaron obras de remodelación interior y restauración de la iglesia y, en 1944, el embellecimiento de vestíbulo. Desde sus orígenes hasta la actualidad se han ejecutado obras de remodelación y mejora de las instalaciones, constando en los archivos municipales expedientes urbanísticos desde finales del siglo XIX.
A partir de 2005, se iniciaron mejoras recogidas dentro de la Fase I del Plan Director de Rehabilitación Global de la Casa de Amparo. No obstante, la rehabilitación de la zona noroeste era una demanda de los trabajadores y residentes de la Casa de Amparo que hasta ahora no se había ejecutado y que generará una mejor atención y adaptación del espacio a las necesidades del servicio.
Obras albergue municipal
Por otra parte, el Gobierno de Zaragoza, en su reunión de este jueves ha aprobado el expediente de contratación y ha dispuesto la apertura del procedimiento de adjudicación de las obras de la reforma del albergue municipal, que comenzará en el primer semestre de 2023, con una inversión de 4.526.936,11 euros y un plazo de ejecución de 16 meses.
El objetivo es ampliar, modernizar y dignificar las instalaciones de este equipamiento, donde se atienden a cien personas más que en 2018. La reforma no supondrá aumentar el número de habitaciones, sino la mejora de los espacios, la accesibilidad, climatización y eficiencia energética.
El proyecto contempla dos actuaciones principales: la construcción de un nuevo edificio de recepción con entrada por la calle Alonso V y la restauración del antiguo Cuartel de San Agustín, el único de los cuatro inmuebles de este recinto histórico que se encuentra actualmente en desuso. Entre ambos edificios, el albergue sumará 1.872,40 metros cuadrados.
La recuperación del antiguo cuartel --edificio de tres plantas-- permitirá ampliar el albergue con 923 metros cuadrados de superficie útil, dedicada al personal que realiza la atención social a las personas sin hogar, y a espacios polivalentes para actividades vinculadas al Plan Social de Primera Oportunidad.
El nuevo edificio de recepción, de 949 metros cuadrados útiles, se levantará en tres plantas --sótano, baja y cubierta-- y permitirá mejorar el control y la atención a los usuarios, con un área de acogida y servicios.
Destaca también la construcción de un nuevo espacio de emergencias, para ofrecer alojamiento a cualquier persona ante inclemencias meteorológicas u otro tipo de situaciones de urgencia, sustituyendo las actuales estructuras prefabricadas por unas instalaciones de mayor calidad y confort.
La obra en el albergue de la ciudad es una obra que históricamente han reivindicado muchos gobiernos municipales, «pero ninguno ha sido capaz de aprobarla y dotarla económicamente», ha observado Lorén, añadiendo que ya es una realidad inmediata «y una decisión imparable».
Plan social de primera oportunidad
No obstante, el responsable municipal de Acción Social ha explicado que el inicio de las obras en el albergue se han retrasado a causa de la pandemia, pero desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha un Plan Social de Primera Oportunidad para las personas sin hogar, en el marco del cual han pasado de gestionarse diez viviendas en 2019 a 105 en la actualidad.
«Estos datos señalan que se ha duplicado la capacidad del albergue en estos dos años, y aunque no se haya intervenido en el edificio, casi 200 personas pueden vivir en unas instalaciones muy dignas», ha añadido Ángel Lorén.