CaixaForum Zaragoza acoge desde este miércoles, 9 de noviembre, y hasta el próximo 5 de marzo, una exposición que ahonda en la práctica del tatuaje desde su faceta antropológica a la artística, una manifestación que existe desde hace 5.000 años y que está presente en todos los continentes.
La muestra llega a la capital aragonesa después de haber visitado, dentro de la red de CaixaForum en España, las ciudades de Barcelona y Madrid, si bien se inauguró en París, en 2014, desvelando entonces la historia clandestina del tatuaje y que durante estos años se ha enriquecido con nuevas piezas, incluyendo para la exposición de los centros CaixaForum cuatro piezas de reciente creación.
Se trata de las de dos artistas españoles Laura Juan y Jee Sayalero, del brasileño Brian Gomes y del japonés Taku Oshima. Estos se suman a otros maestros de este arte, como los estadounidenses Kari Barba y Jack Rudy, el francés Tin-Tin, el japonés Horiyoshi III, el suizo Felix Leu, el neozelandés Mark Kopua, el inglés Xed LeHead, el danés Colin Dale y el polinesio Chimé.
Así lo han explicado en rueda de prensa la comisaria y fundadora de la revista HEY! Modern Art & Pop Culture, Anne Richard, la directora de Exposiciones y Colección de la Fundación 'la Caixa', Isabel Salgado, y el director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós.
Bajo el título 'Tattoo. Arte bajo la piel', la exposición está producida y organizada por el Musée du Quai Branly-Jaques Chirac de París y la Fundación 'la Caixa' y reúne más de 240 obras históricas y contemporáneas entre fotografías, dibujos, pinturas, libros, herramientas para tatuar, máscaras, sellos y nueve audiovisuales.
Entre las piezas, destacan las figuras de silicona en las que se han efectuado tatuajes con tinta, que permiten estudiar su historia y estética. Las piezas proceden de una cincuentena de prestadores de países como Estados Unidos, Japón, Francia, Tailandia o Reino Unido.
Más grande que nosotros
La comisaria y fundadora de la revista HEY! Modern Art & Pop Culture, Anne Richard, ha subrayado que el tatuaje se ha practicado en todo el planeta y por parte de toda la humanidad a lo largo del tiempo. Por eso, «no hay que subestimarlo» y «más grande que nosotros».
Anne Richard ha contado que ha sido utilizado para crear marcas medicinales, como forma de ritual o de absorción del individuo por el colectivo y también posee una dimensión artística y estética, «fascinante de observar».
Ha detallado que a través de las expediciones marítimas de los siglos XII y XIII llega a Occidente, ha formado parte de la marginalidad y también ha tenido un componente de secretismo por parte de quienes los elaboraban, que no compartían sus técnicas o materiales.
Sin embargo, esto evolucionó y se propiciaron intercambios entre los profesionales, generándose pequeños grupos, si bien luego se celebraron convenciones, dando visibilidad a una realidad que se ha ido multiplicando, también potenciada por la tecnología, que ha permitido compartir imágenes a las que no se tenía acceso en el pasado, cuando pocas personas estaban tatuadas y no era fácil observar estas creaciones, para llegar hasta lo que conocemos hoy, cuando vive «su edad de oro».
Anne Richard ha señalado que ha tenido otros momentos de pujanza y los tendrá en el futuro, apoyándose en las dinámicas de las culturas alternativas. A su juicio, la incorporación de nuevas piezas en la exposición dan fe de esa vida del tatuaje. Se ha felicitado también por la presencia actual de la mujer en esta disciplina.
Rigor
La directora de Exposiciones y Colección de la Fundación 'la Caixa', Isabel Salgado, ha sostenido que ésta es su exposición «más cosmopolita», que ha viajado por todo el mundo, desde París, pasando por Toronto, Chicago, Los Ángeles, Taiwán o Moscú.
Ha remarcado el «rigor» con el que se ha trabajado este proyecto, junto a un museo destinado al estudio del ser humano, «desde la antropología, la historia, la cultura y el arte», y que mira «al hombre del pasado, pero sobre todo su reflejo en el hombre contemporáneo y en la cultura de masas».
Precisamente, la muestra viaja al pasado y explica el tatuaje como forma de crear identidad en Polinesia o en la cultura de Japón, pasa por la modernidad y su práctica en los ejércitos coloniales o cárceles rusas, para llegar a la actualidad.
Salgado ha resaltado que la exposición tiene detrás la labor de un conjunto de especializas en diferentes culturas de los cinco continentes «que dan una visión completa de la historia y de la contemporaneidad del tatuaje en el hombre».
También ha aportado el dato de que según la Academia Española de Dermatología uno de cada tres jóvenes de entre 18 y 35 años está tatuado y España ocupa el sexto lugar en el ranking mundial del tatuaje por número de personas que poseen uno, con una comunidad de tatuadores muy «sólida».
Contenido
La muestra viaja por épocas y continentes para explorar las confluencias que han convertido al tatuaje en una forma de expresión artística mundial. Entre otras cosas, da a conocer a la tatuadora filipina Whang-od Oggay, de 104 años, considerada la última maestra que utiliza el batok o tatuaje tradicional hecho a mano.
La exposición ofrece un recorrido en cinco ámbitos, comenzando desde una perspectiva global, en la que se aborda la evolución de esta práctica, que debe su nombre al tatau polinesio --herida abierta-- que la tripulación europea del capitán Cook descubrió en el siglo XIII.
En el segundo ámbito, se presenta el tatuaje como arte en movimiento, haciendo hincapié en su expansión por Japón, América del Norte y Europa, desde su origen hasta la actualidad, y, en el tercero, se muestra el renacimiento del tatuaje tradicional en Nueva Zelanda, Samoa, Polinesia, Indonesia, Malasia oriental, Filipinas y Tailandia.
En el cuarto ámbito, se aborda como a partir de la década de 1970 surgieron nuevas escuelas y se expandió esta práctica a China, Taiwán y Latinoamérica, para formular, en el quinto y último ámbito, una reflexión sobre su manifestación actual, diferenciando dos corrientes, una marcada por la reinterpretación de géneros históricos y otra que explora las posibilidades de las artes gráficas más allá de los códigos clásicos.
Entre las piezas expuestas, resaltan los 24 prototipos que reproducen de manera hiperrealista partes del cuerpo humano tatuadas; una flauta en forma de estatuilla del periodo tardía de la cultura maya, con representaciones de tatuajes faciales; una pluma eléctrica presentada por el inventor Thomas Edison en 1877, antecedente de la máquina de tatuar actual; y herramientas del siglo XIX de Indonesia, Birmania, Túnez, Argentina y Australia.
También se pueden ver retratos de grupos con sus tatuajes identificativos o un albúm original con fotografías, postales y fragmentos de publicaciones relacionadas con el tatuaje desde el siglo XIX. El horario de CaixaForum Zaragoza es de lunes a domingo, de 10.00 a 20.00 horas, incluidos festivos.
Actividades paralelas
El director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós, ha hecho referencia a las actividades paralelas, como la conferencia que va a impartir este miércoles la comisaria Anne Richard, a las 18.00 horas, y las visitas comentadas para público general, grupos, familias y escolares.
Además, habrá un ciclo de conferencias y mesas redondas titulado 'Todo sobre el tatuaje', del 24 de enero al 14 de febrero, que tratará este fenómeno desde ópticas diversas, como la historia, el arte, la espiritualidad, la ciencia, la moda o la salud mental.
Asimismo, el 3 de febrero se celebrará la Noche del Tatuaje, que aunará a tatuadores de prestigio internacional trabajando en directo, con charlas, arte urbano y música.