La ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid ha comenzado esta semana a materializarse con el arranque de los trabajos de esta infraestructura que, una vez concluidas sus tres fases, casi duplicará sus paradas y se prevé que movilizará más de 1.600 millones de euros, 550 en este primer tramo.
Era el director general de Infraestructuras, Miguel Núñez, quien apuntaba a principios de octubre que esta ampliación que vertebrará de suroeste a noroeste la región arrancaría los trabajos de su primera etapa el 1 de noviembre.
Esta es la comprendida entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, que constará de 6,9 kilómetros de longitud. No es la única que cuenta con una partida en el proyecto de Presupuestos de 2023, ya que también figuran fondos para la redacción de los proyectos del Tramo Sur --Cuatro Vientos a La Fortuna-- y del Tramo Centro --Conde de Casal a Mar de Cristal--, quedando únicamente pendiente el Tramo Norte --Mar de Cristal a Valdebebas--.
Esta macroestructura se prevé que esté completa ya en 2027, mientras que los trabajos que arrancaron esta semana se espera que estén concluidos a finales de 2024.
Dos estaciones nuevas y conexión con l1 y l3
El trazado saldrá de la estación de Plaza Elíptica, ubica una nueva estación en el Parque de Comillas, cruza el Manzanares y crea una estación en Madrid Río en el entorno del Paseo de Yeserías, se alinea con el Paseo de las Delicias --con Palos de la Frontera--, circula por debajo de la estación de Atocha --estableciendo una estación ahí-- y remata en Conde de Casal.
Este primer tramo dotará a la L11 de nuevas conexiones a la red con la L3 en Palos de la Frontera y L1 en Atocha, a los que se suma la L6 con la que ya está vinculada a través de Plaza Elíptica y lo estará también en Conde de Casal.
Este tramo busca, según figura en el Proyecto Constructivo, tanto descongestionar la L6 --que sirve de distribuidora por la red-- creando otra que servirá para intercambiar con todas las demás menos con el Ramal Ópera-Príncipe Pío e incrementar las conexiones de la estación de alta velocidad de Atocha y reducir la carga de la L1 --única con la que cuenta ahora mismo--.
Uno de los retos de esta estructura era la propia estación de Madrid Río ya que había «numerosas infraestructuras existentes» en la zona por lo que finalmente estará casi «encajada» en la acera del Paseo de la Yesería.
Con este enclave se busca acceder a una zona que o cuenta con servicio ferroviario desde Plaza Elíptica y Usera al sur hasta Pirámides y Acacias al norte, y desde Marqués de Vadillo y Pirámides al oeste hasta Delicias y Legazpi al este.
Este mismo espíritu de servicio público es el que ha motivado la estación de Comillas, que en un principio se comprobó a través de un estudio que su número de usuarios sería menor que el de la red del suburbano, pero era necesario compensar a la zona de Carabanchel y Usera, infradotadas por Metro.
El intercambiador de conde de casal coronará el tramo
Este tramo estará coronado por un intercambiador en Conde de Casal, que buscará «humanizar» el barrio mejorando el aspecto, contando con una cubierta ajardinada y con protecciones fonoabsorbentes laterales para reducir la contaminación acústica.
Está previsto que sus trabajos empiecen en 2023 y ocupará 7.547 metros cuadrados --de los que 3.500 son edificables--, pero afectará a gran parte de su entorno, el acceso a la capital por la A-3 a través de la Avenida del Mediterráneo que, a su vez, conecta a por el Paseo de la Reina Cristina con Atocha.
Tendrá una altura máxima de 6 metros y se buscará que sea un «edificio verde», con madera laminada y materiales sostenibles para reducir la proyección de CO2 al ambiente junto a generadores de energías renovables.
El presupuesto de licitación previsto para el Proyecto de Construcción del intercambiador es de 29.146.664,59 euros, que incluye la construcción del intercambiador en superficie, la conexión con la infraestructura de Metro y también las acciones asociadas en el viario circundante.