El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha afirmado este jueves, en la primera sesión del Debate de Política General sobre el estado de la Comunidad Autónoma, que «fortalecer el proyecto de España como Nación requiere una relación de cooperación leal con el Gobierno de España y con las demás instituciones del Estado».
En su intervención, ha propuesto desplegar esta cooperación a través de cinco vías, la primera de ellas desarrollar la cooperación con otras comunidades autónomas «robusteciendo las partes para hacer más robusto el todo», en la línea de los acuerdos alcanzados por su Ejecutivo con sus homólogos de Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, en materia de despoblación, con Andalucía y la Comunidad Valenciana en logística y con Navarra en cultura y agroalimentación.
También, potenciar la ciudad de Zaragoza «para desarrollar la España de las ciudades» y, por otro lado, contribuir a «una visión histórica de conjunto de España para evitar manipulaciones que justifiquen el separatismo», ha dicho Lambán, añadiendo que «la explicación de nuestros por qués históricos es de interés general porque, dada desde Aragón y sus realidades pasadas, afectan inevitablemente a España».
Otra vía es la de contribuir a que España llegue a 2036, el primer centenario de la guerra civil, «sin fracturas sociales ni morales a costa de la memoria de las víctimas» y «terminar de enterrar con dignidad a víctimas de la represión franquista y honrar con respeto la memoria de las víctimas del terrorismo», lo que el Gobierno llevará a cabo «cumpliendo la Ley de Memoria Democrática y mejorando la Ley de Víctimas Aragonesas del Terrorismo».
Por último, «vincular Aragón con las instituciones clave de la cultura española», como la RAE, la Academia de la Historia, la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado o el Instituto, mediante eventos como las conmemoraciones de Sender o Lázaro Carreter.
Javier Lambán se ha remitido al discurso pronunciado por el primer presidente de Aragón, Juan Antonio Bolea Foradada, en 1978 para afirmar que «Aragón ha sido y seguirá siendo un pueblo peculiar, con una recia personalidad que quiere protagonizar y responsabilizarse de su propio futuro», pero «también es un pueblo integrador y solidario que, en absoluta postura de igualdad, trabajará con los demás pueblos al engrandecimiento de España», una visión que Lambán mantiene «intacta».
Así, el jefe del Ejecutivo regional ha aseverado que «Aragón solo será fuerte en una España fuerte, con un pueblo que asimila con el mismo orgullo su condición de aragonés y de español». Ha observado que la situación geográfica de Aragón la convierte en vecina de «las dos comunidades más desafectas a la Constitución», como son Cataluña y el País Vasco, «y más adversarias de la unidad de España».
Ha recordado que Aragón tiene la condición de fundadora del Estado español, lo que le habilita para ser promotora de España «como un proyecto nacional fuerte, unido y cohesionado, condición indispensable para que nuestra Nación sea actor de peso en la UE y en el mundo, sobre todo en América Latina».