La situación de sequía y de inusuales y altas temperaturas ha llevado al olivar, según COAG Jaén, a una «situación límite», sólo comparable a la vivida en la cosecha de 1994/95 por los olivareros de Jaén, principal provincia productora de aceite del mundo.
Apuntan en un comunicado que la situación más extrema es la del olivar de secano donde «ya se da por perdida la cosecha de este año y casi por perdida la siguiente». El objetivo ahora es, según Juan Carlos Hervás, técnico de COAG Jaén, es que el árbol se recupere y no se seque, pensando en la producción de años posteriores.
En el caso de los olivos de riego «la situación empeora por días». La lluvia no llega a la provincia y no se ha podido regar en tres semanas o un mes, por lo que el fruto se está arrugando. A esto se une que «cada vez hay más aceituna con picaduras a causa de la mosca del olivo».
Según Juan Carlos Hervás la situación es muy complicada ya que por un lado, las aceitunas están madurando antes, y cada día que pasan si agua se arrugan más. «Semana a semana la situación es peor, con la aceituna más arrugada, más picada y se está cayendo, por lo que mucha gente está adelantando la recogida de la cosecha», ha dicho Hervás.
En los lugares donde se está recogiendo se encuentran con que el olivo, por lo seco que está y el estrés hídrico acumulado, se nutre de la aceituna, y sufre mucho en el proceso de recogida, y tras quedarse sin el fruto presentan un aspecto lánguido y sin color.
«La mala situación es general, peor en las zonas de Fuerte del Rey, Lopera, Torredelcampo*; o en la de Valdepeñas. También hay buenos olivos de riego de Úbeda que no tienen aceituna. Hay otras un poco mejores en lugares de campiña o vegas, o en Sierra Mágina, porque fue un poco tardía», ha dicho el técnico de COAG.
Juan Carlos Hervás ha indicado que olivareros más mayores, comparan la cosecha de este año con la del 1994/95. Sin embargo, en esta ocasión en los olivos de riego se les añade el gasto hecho en regar, mucho más caro que en anteriores campañas por el precio de la luz, alrededor de 12 euros por olivo, «es como si empezases la cuenta en negativo».
A principios del mes de septiembre se preveía que el olivar jiennense necesitaba, como mínimo, que lloviese entre 70/80 litros por metro cuadrado entre los meses de septiembre y octubre, «no ya para esta cosecha cuyo fruto estaba hecho, sino para la siguiente, sin embargo, apenas si ha llovido, entre cinco y 60 litros por metro cuadrado, dependiendo de las zonas, y en algunas de ellas en forma de tormenta, causando aún más destrozos».