El grupo de investigación 'Estrategias terapéuticas en patologías oculares', de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), demuestra en su último trabajo en un modelo animal el efecto del sulforafano, un antioxidante presente en vegetales como el brócoli, en dos mecanismos celulares involucrados en la retinosis: la inflamación y la neurodegeneración de la retina.
La retinosis pigmentaria engloba un conjunto de retinopatías hereditarias en las que se produce una degeneración y muerte progresiva de los fotorreceptores, los bastones y conos de la retina, lo que provoca una pérdida de visión, inicialmente periférica o visión de túnel, hasta llegar a la ceguera total.
En los últimos diez años, este equipo de investigación de la CEU UCH liderado por María Miranda, ha evaluado el efecto de antioxidantes, como le ácido lipóico, en combinación con hormonas como la progesterona, frente a la degeneración de la retina. En este último trabajo, liderado por el profesor Vicente Hernández Rabaza, han centrado su estudio en el sulforafano, un antioxidante natural con propiedades antioxidantes, y antiinflamatorias que se encuentra en el brócoli y otras verduras crucíferas.
En un modelo experimental de retinosis pigmentaria en ratones rd10, el equipo ha observado que la administración de sulforafano, en una dosis diaria de 20 miligramos por kilo, retrasó la pérdida de fotorreceptores y modificó el proceso inflamatorio que se observa en la retinosis pigmentaria, lo que confirmaría el efecto neuroprotector del sulforafano en los procesos degenerativos de la retina. Estos resultados han sido publicados en la revista científica internacional Frontiers in Pharmacology, en un volumen especial dedicado a la inflamación crónica y la neurodegeneración en las enfermedades retinianas.
Potenciales tratamientos futuros
Según apunta el profesor de la CEU UCH e investigador del equipo Vicente Hernández Rabaza, «en este estudio se han observado los efectos positivos de la administración continuada de sulforafano en la degeneración celular y en la neuroinflamación, centrando nuestro análisis celular en la observación de la activación de la microglía y los astrocitos». «La inflamación está relacionada directamente con la neurodegeneración, por lo tanto, comprender y describir el proceso inflamatorio en la retinosis pigmentaria nos acerca al desarrollo de potenciales tratamientos futuros», añade.
Y destaca: «Nuestros resultados confirman que el sulforafano reduce la neurodegeneración de la retina y este efecto se debe, en parte, a sus propiedades antiinflamatorias. Aunque aún no se ha descrito la causa del proceso inflamatorio que sufre la retina en los casos de retinosis, nuestros datos señalan que la modulación de las células gliales permite retrasar la muerte celular. La activación alternativa de la microglía y los astrocitos a través de la administración de sulforafano puede ser, por tanto, una diana terapéutica efectiva para desarrollar en el futuro tratamientos que puedan frenar el avance de la retinosis y la pérdida de visión que supone».
Los coautores del estudio 'Sulforaphane Modulates the Inflammation and Delays Neurodegeneration on a Retinitis Pigmentosa Mice Model' son los investigadores en formación del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH Antolín Cantó y Javier Martínez González, junto a los profesores María Miranda, Teresa Olivar, Inma Almansa y Vicente Hernández-Rabaza, todos ellos miembros del Grupo de Investigación «Estrategias terapéuticas en patologías oculares», dedicado especialmente al estudio de la retinosis pigmentaria, bajo la dirección de la profesora María Miranda.