La diputada de VOX en las Cortes de Aragón, Marta Fernández, ha sostenido que se está librando en el ámbito educativo «una batalla cultural sin precedentes en la historia; se trata de conquistar los corazones y domesticar a la población, logrando así la sumisión de millones de personas».
Se ha pronunciado así con motivo de una jornada organizada por el grupo parlamentario VOX en el Parlamento regional, con dos ponencias y sendas mesas de debate. Las ponencias han sido impartidas por el director académico y profesor en el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP) de Madrid, Miguel Ángel Quintana Paz, y el diputado de VOX en el Congreso por Murcia, Joaquín Robles.
Las mesas, moderadas por los diputados regionales de VOX, Santiago Morón y David Arranz, han contado con la intervención del economista, profesor universitario y de Secundaria, Fermín Civiac, y de la profesora de Educación Secundaria y miembro del Consejo Escolar de Aragón, Arancha Echeverría.
La diputada Marta Fernández ha presentado la jornada, en la que se ha tratado de la educación como el «pilar fundamental» sobre el que construir el futuro de una nación. A colación, Quintana ha señalado que hay dos modelos educativos. Por un lado, el modelo de la izquierda, «con esa apuesta transformadora, basada en los valores éticos» y, por otro, el de la derecha, basado en la gestión, pero que no ha plantado batalla cultural y que se ha dedicado a formar gestores.
Todo esto ha conducido a una disminución de la calidad de la educación y a la desaparición de valores fundamentales, como el reconocimiento del mérito, del esfuerzo, ha opinado el ponente.
Falsa grieta
Miguel Ángel Quintana ha esgrimido: «Nos despistamos pensando que la grieta que nos separa es izquierda-derecha, pero es una falsa grieta, la verdadera se produce en otro lado, entre aquellos que cuando hablamos de educación estamos pensando en el educado y aquellos que está pensando en ideología, adoctrinar e impartir sesgos por encima de la dignidad, o en competencias pensadas para caber dentro de un sistema económico».
Ha añadido: «Se trata a la persona como a una pequeña ruedecilla que tiene que funcionar bien en el sistema productivo». Ha abundado al señalar que las políticas medioambientalistas y de género «siguen calando los centros de enseñanza y no digamos nada de la universidad, en donde se puede hablar de cultura de la cancelación de valores tradicionales».
El ponente ha considerado que el resultado es un descenso en la capacidad de aprendizaje, en el lado de los valores, además de que en el adoctrinamiento también hay un fracaso porque «los sermones no suelen funcionar».
Quintana ha estimado que la solución es centrarse en el educando para hacerlo mejor en sí mismo. «Este planteamiento nos enfrentará a los que lo consideran un simple medio para promover una ideología distinta, una versión distinta de la civilización», ha apuntado.
También ha abogado por enseñar a los clásicos y dar a conocer «la historia de nuestra civilización», «lo que nos ha hecho lo que somos». «Allí vamos a encontrar la idea de la dignidad» y «descubriremos que ninguna decadencia es permanente, ninguna decadencia es irreversible», ha argumentado Quintana.
Por su parte, Fermín Civiac ha enfatizado en la necesidad de alimentar «el deseo de verdad, de patria, de belleza, porque les ofrecemos una ideología falsa y hay que alimentar algo que concuerde con ese deseo que tienen arraigado en el corazón».
¿fracaso del adoctrinamiento
El diputado de VOX en el Congreso, Joaquín Robles, ha manifestado que el adoctrinamiento en los currículos empezó «de un modo evidente» con la LOGSE, a principios de los años 90, para reivindicar la recuperación del concepto nacional «porque el problema es que no existe esa educación nacional».
Ha continuado diciendo: «El concepto de transversalidad ha permitido que el adoctrinamiento entrara en todas las materias y sin ningún reparo, como matemáticas con perspectiva de género o física feminista. La memoria histórica, el fanatismo climático quieren tener activistas políticos a su servicio, se creen que su sistema doctrinal es universal y su ideología es la única potable e inatacable de forma que la educación se hace a la medida de su sistema doctrinal».
Sin embargo, ha comentado que no se puede «ningunear una parte de la realidad» y por eso VOX propone «una enseñanza orientada a la excelencia académica, a los conocimientos, al esfuerzo dialéctico, que sea un ascensor social, pero sobre todo una educación nacional igual para todos», ha expuesto Robles.