Laia Llobera, Antoni Mas Busquets y Sergio Baos son los ganadores de los 51 Premis Octubre de narrativa, poesía, y teatro --el de ensayo ha quedado desierto--. El jurado ha valorado la «profundidad», la «calidad literaria» al tratar temas como la «contradicción humana» en las obras galardonadas, así como su «solidez» y su «estructura valiente».
Así se ha dado a conocer en la ceremonia de entrega de premios que ha tenido lugar en el Centre de Cultura Contemporánea de València en la tarde de este sábado.
El jurado que ha otorgado el premio Vicent Andrés Estellés de Poesía, compuesto por Anna Gual, Irene Mira y Begonya Pozo, ha escogido --entre un total de 114 originales presentados-- la obra 'Paradísia', de Laia Llobera (Barcelona, 1983).
Los miembros del jurado han destacado «la profundidad con que el poemario hermana la vida del mundo vegetal con el mundo humano, y el mundo natural con el mundo hipertrofiado de la tecnología».
Su autora ha destacado que este premio «da alas» a su 'Paradísia', un galardón que, por otra parte, entiende que «dota de sentido esa voluntad de escribir poesía en una lengua que todavía hoy en día está muy incomprendida y maltratada».
«'Paradísia' es una planta que crece en una situación de complejidad y que muestra sus flores en un paraje que le es hostil», ha remarcado Llobera para quien este poemario muestra su intención de «visibilizar que en situaciones difíciles puede crecer la belleza, la plenitud». «Dentro de la oscuridad y la complejidad puede crecer la esperanza», ha agregado, y ha reconocido que su obra también pretende «poner de manifiesto la falta de encuentro del hombre con la naturaleza».
Premio andròmina de narrativa
Por otra parte, el jurado integrado por Came Manuel, Jaume C. Pons Alorda y Lourdes Toledo ha otorgado el premio Andròmina de Narrativa a 'Només se salvaran els llamps', de Antoni Mas Busquets (Palma, 1956), escogido entre los 100 ejemplares presentados.
En este caso, los jueces han valorado «la calidad literaria de los relatos recogidos en la obra, que recogen temas como por ejemplo la contradicción humana y la absurdidad de muchas situaciones cotidianas».
Mas, que publicó su última obra en 2009 y posteriormente dejó de escribir pues --según sus propias palabras-- «no sentía que tuviese nada que decir o todo lo que quería decir ya lo había dicho», ha escrito una obra de cuentos largos o «historias mínimas», un género que, ha asegurado, «no había trabajado nunca».
«Cuando los escribía, sabía que no tendría recorrido comercial, pero lo hacía para disfrutar y demostrarme a mí mismo que podía hacerlo», ha contado respecto al proceso de creación del que «poco a poco» nació este libro. «Espero que si alguien lo lee sienta que ha valido la pena», ha expresado.
Premio pere capellà de teatro
El veredicto del Premio Pere Capellà de Teatro ha sido decidido por Andreu Gomila, Fanny Tur y Aina Tur, y ha concedido el galardón a 'Les maleïdes', de Sergio Baos (Palma, 1976), entre un total de 39 originales presentados. El jurado ha asegurado que «es un relato sólido, con trío de personajes femeninos insólitos, y con una estructura valiente, que trata del mal y sus efectos sin contemplaciones».
Baos ha señalado que la obra de teatro se estrenará el próximo mes de enero en el Teatro Principal de Palma de Mallorca para contar una «historia de abandono» a través de tres mujeres de una misma familia --una abuela, su hija y su nieta-- que, «después de muchos años de estar separadas, consiguen reencontrarse».
Desierto el premio joan fuster de ensayo
El premio Joan Fuster de Ensayo, que contaba con Francesc Montero, Maria Margalida Perelló y Josep Maria Terricabras coo jueces, ha sido declarado desierto. En este sentido, el jurado ha recalcado que «entre los originales presentados --un total de 32--, ninguno reúne las condiciones necesarias para hacerlo merecedor del premio, ajustándonos a aquello que esperamos de un ensayo: la defensa argumentada de una idea u opinión personal y la reflexión estimulante».
Se da la circunstancia de que este año se celebra el Any Fuster, por lo que desde el jurado han afirmado que, aunque «ningún premio se tiene que dar así porque sí», en el año que homenajea al escritor «se debía poner el listón en la altura máxima».
«Nos ha parecido que, en su centenario y con un premio que lleva su nombre, era más homenaje no dar el premio que darlo a algo que no era de lo que estábamos premiando y que no fuera un 'premi fusterià'», han concluido.