La Unión de Consumidores de Aragón (UCARAGÓN) ha pedido precaución con maquillajes y lentillas de fantasía con motivo de la celebración de la fiesta de Halloween el próximo lunes, 31 de octubre. Además, ha recordado que los disfraces infantiles son considerados juguetes y deben cumplir una normativa específica.
En una nota de prensa, la entidad ha precisado que, desde hace unos días, las tiendas se han llenado de disfraces y complementos de Halloween para menores y adultos y ha advertido de que hay que asegurarse de que trajes, máscaras, maquillajes y lentillas de fantasía sean seguros para evitar problemas, principalmente, sanitarios ya que la piel y los ojos son para toda la vida y, por tanto, deben cuidarse.
UCARAGÓN ha aconsejado, de manera en general, elegir el producto teniendo en cuenta la relación calidad-precio y exigir el ticket de compra y conservarlo por si es necesario realizar una reclamación.
Por lo que se refiere a los disfraces, si están destinados a menores de 14 años, son considerados juguetes y deben cumplir con la normativa específica de estos productos. Es importante tenerlo en cuenta porque máscaras, disfraces y maquillajes de Halloween son productos que aparecen frecuentemente en la red de alerta de AESAN por no cumplir todos los requisitos de seguridad.
En su etiquetado, debe indicarse la marca CE, que garantiza que los tejidos tienen un tiempo más lento de combustión; precisar la edad recomendada, especialmente, si son destinados a menores de 3 años y, en el caso de que sea necesario, debe incluir las advertencias en su utilización, y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto.
Si los disfraces son para adultos, deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto.
Precios
Desde UCARAGÓN han informado de que los precios de los disfraces no han variado prácticamente en los últimos años. «Los ya confeccionados son tan asequibles que pocas personas optan por el alquiler o la confección, a pesar de que esta última opción es la más original, la más creativa y la más divertida», ha apuntado esta organización.
Ha añadido que, a pesar de la amplia oferta de disfraces confeccionados, desde la Unión de Consumidores de Aragón han recomendado la propia confección por ser, además de más original, creativa, divertida, también más económica.
«También animamos a elegir el disfraz evitando las desigualdades y rompiendo con estereotipos asignados a hombres y mujeres, así como adaptarlos a la edad», han apostillado.
Otros productos
UCARAGÓN ha señalado que las máscaras y pelucas han de disponer de aberturas de un tamaño adecuado para evitar riesgos de asfixia. Para eso, hay que comprobar los orificios de boca, nariz y ojos. Asimismo, han de incluir el etiquetado completo, en castellano, y han de estar realizadas con materiales no inflamables.
Por lo que se refiere a las lentillas de colores de fantasía, se pueden adquirir con gran facilidad a través de Internet, así como en bazares y otros establecimientos no autorizados, «sin que exista ningún tipo de garantía sanitaria».
Esta organización ha alertado de que el uso de este tipo de lentillas de fantasía puede producir una sensación de sequedad y arenilla en los ojos, enrojecimiento, irritación e, incluso, dolor al retirar la lente. Otros riesgos asociados con un uso inadecuado incluyen conjuntivitis, inflamación corneal, reacciones alérgicas, abrasión corneal derivada de una adaptación deficiente y pérdida visual.
Por otra parte, hay que tener especial precaución al adquirir productos cosméticos destinados al maquillaje, sobre todo los que se venden en bazares y tiendas de bajo coste, porque existe el peligro de que estos productos no hayan sido sometidos a los controles dermatológicos adecuados y produzcan alergias y reacciones en la piel, bien porque sean de imitación o falsificados.
La asociación de consumidores ha precisado que los productos cosméticos a la venta en España deben adecuarse a lo establecido en el Real Decreto 1.599/1997 de 17 de octubre sobre productos cosméticos. Las empresas españolas que fabrican estos productos deben contar con autorización de la Agencia Española del Medicamento.
Así, el etiquetado del maquillaje debe indicar denominación del producto, nombre o razón social y dirección o domicilio social del fabricante o del importador, así como del responsable de la puesta en el mercado, el contenido nominal, salvo para envases de menos de 5 gramos o de menos de 5 mililitros, fecha de caducidad, precauciones de empleo y advertencias de uso, número de lote de fabricación, país de origen --en caso de fabricarse fuera de la UE--, función del producto y lista de ingredientes.