La organización SEO/BirdLife ha solicitado que se articule un plan de gestión de las Salinas de Cabo de Gata (Almería) «a la altura de la importancia que tiene este espacio para la conservación de su patrimonio natural» toda vez que ha apremiado a sus responsables a que reviertan la desecación que sufre desde la pasada primavera, sentido en el que desde agosto se efectúan obras para restablecer el canal que nutre de agua este espacio.
En un comunicado, la organización ha señalado que la obstrucción del canal que impide la llegada de agua de mar «es un problema que hay que solucionar cuanto antes» puesto que «cada día sin agua, retrasa de forma exponencial el tiempo necesario para restaurar la funcionalidad ecológica de las salinas y el regreso de las aves».
La organización conservacionista ha recordado que este espacio acoge «a más de un centenar de especies de aves» dado que su ubicación geográfica hace que sea «un punto de escala en las migraciones de la ruta África-Europa» al tiempo que sirve para la invernada de muchas especies.
«Este humedal costero ostenta varias figuras de conservación: Convenio Ramsar, Reserva de la Biosfera, Red Natura 2000 (Zona de Especial Conservación para las Aves, ZEPA, y Zona de Especial Conservación, ZEC), Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA 216 e IBA marina ES406)», han explicado.
Para SEO/BirdLife, aparte de la obstrucción del canal, estas salinas «necesitan de una remodelación estructural que, además de mejorar su aprovechamiento salinero, proporcione garantías para el mantenimiento de su funcionalidad ecológica».
El profesor de la Universidad de Almería y socio de SEO/BirdLife Enrique López Carrique ha achacado a una falta de mantenimiento por parte de la actual empresa gestora y los propietarios anteriores el derrumbe del canal que nutre de agua salada este espacio. «No han mostrado interés en conservar las instalaciones industriales y el patrimonio asociado a ellas», de modo que «las lluvias torrenciales solo ayudaron a que el techo de roca, sin mantenimiento desde hace años, caiga sobre el canal», ha estimado.
La portavoz del Grupo Local de SEO/BirdLife en Almería, Teresa Martínez, ha incidido en que «una vez que el agua regrese al humedal, habrá que esperar hasta que se regenere toda la comunidad de microorganismos de la que se alimentan las aves. Un proceso muy complejo que no solo requiere tiempo, sino también acción y compromiso político y empresarial».
Desde la entidad ecologista han instado a Unión Salinera y su empresa matriz Salins, así como a la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, a que «tomen medidas urgentes para restablecer la integridad del circuito de agua de las salinas» puesto que «solo de esta manera podrán recuperarse las funciones ecológicas del humedal y, con ello, las poblaciones de aves acuáticas por las que fue declarado el espacio protegido».
Humedales en el poniente
La organización ha señalado además que a este problema «se une el lamentable estado de conservación de otros humedales del Poniente almeriense, con gran importancia para las aves acuáticas» como el entorno de las Norias de Daza o las Charcas de Sotomontes, ambas en el término municipal de El Ejido.
En estos enclaves, SEO/BirdLife ha detectado «reiteradas actuaciones destinadas a aumentar la superficie destinada a invernaderos» que han «destruido zonas de nidificación de especies amenazadas» como la garcilla cangrejera, la malvasía cabeciblanca o la cerceta pardilla, todas ellas incluidas en la categoría 'En peligro de extinción', según la catalogación de Andalucía y cuyo plan de recuperación establece la necesidad de «mejorar o mantener su hábitat».
Estos hechos ya fueron puestos en conocimiento de la Consejería de Medio Ambiente, por parte de SEO/BirdLife, a través del Comité Andaluz de Humedales, del que la organización conservacionista forma parte y una de cuyas principales funciones consiste en velar por el cumplimiento del Plan Andaluz de Humedales. «Hasta la fecha no se ha tomado medida alguna al respecto por parte de la Administración pública», se han quejado.
Para la entidad, los humedales andaluces «se encuentran en una alarmante situación», sentido en que han reclamado a la Junta de Andalucía a que aborde el futuro de la agricultura y la conservación del patrimonio natural andaluz «desde una visión integrada que haga compatible la rentabilidad agraria y la conservación, partiendo de la planificación sostenible de los regadíos».