El Sindicato de Trabajadores de Opel (Stopel), que actualmente cuenta con tres delegados en el comité de empresa de la factoria de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), ha presentado este lunes en rueda de prensa sus propuestas para las próximas elecciones sindicales del próximo 27 de octubre y ha destacado la necesidad de negociar un convenio laboral «digno y de calidad» y acabar con la flexibilidad de los turnos.
Los tres primeros nombres de la lista de Stopel para formar parte del nuevo comité de empresa que resultará de los comicios, Ángel Arbones, Vicente Aller y Daniel Montejo, han explicado que el lema de Stopel para la cita electoral, 'Unidos somos más fuertes', apela a «que si la plantilla se une, podremos cambiar las cosas y nosotros como sindicato queremos ser ese punto de unión».
«Esperamos duplicar o triplicar los resultados de las anteriores elecciones y convertirnos en la fuerza mayoritaria», ha confesado el número tres de la lista de Stopel, Daniel Montejo, cuando lograron tres delegados sobre un total de 33. La nueva lista electoral de este sindicato cuenta con 76 nombres, siendo 26 el mínimo.
Stopel se plantea como objetivo implantar un nuevo modelo productivo «que cuide a los trabajadores como su mayor activo», reclamando que las ayudas económicas procedentes de instituciones públicas, más allá de contribuir a mantener la producción o favorecer a la fabricación de nuevos modelos, repercutan en el salario y condiciones de trabajo de los empleados y empresas auxiliares.
También han pedido «acabar con la flexibilidad», porque en Stellantis se trabaja de lunes a viernes, excepto el turno de noche, que es de domingo a viernes, ha detallado el candidato sindical. «No puede ser que se modifique el turno de algunos trabajadores para reducir costes laborales ni que otros pasen hasta ocho años con un contrato de relevo del 67 por ciento y trabajen al cien por cien todos los días», ha reprochado.
«La experiencia demuestra que somos el único sindicato que protege a la plantilla, que cada vez reduce más su número y se enfrenta a unas condiciones más precarias», ha lamentado Montejo, añadiendo que, en este sentido, Stopel apuesta por la negociación de un convenio «digno y sin imposiciones, defendiendo el trabajo de calidad frente a lo que están instaurando».
Más beneficios
Asimismo, han criticado que la situación derivada de la pandemia de la COVID-19 y la actual crisis de suministros «han servido para rebajar aún más las condiciones de los empleados», refiriéndose a contratos más precarios y mayores ritmos de trabajo.
En esta línea, han reprobado que la búsqueda de mayores beneficios por parte de la empresa se traduce en «deterioro de la seguridad e higiene laboral». «Nos obligan a trabajar en condiciones inhumanas, a más de 30 grados y con baños y vestuarios mugrientos», han manifestado desde Stopel.
Opel España obtuvo en 2021 su primer año como parte de la nueva sociedad Stellantis, 62 millones de euros en beneficios, según cifras ofrecidas por los representantes sindicales de Stopel, que han indicado que se trata de un 90 por ciento más que el año anterior, «pese a que la producción cayó un 14 por ciento».
Así, los representantes sindicales de Stopel han asegurado que esta «paradoja» se debe a que la plantilla no ha dejado de reducirse y los trabajadores han perdido primas y complementos. Han señalado que este año la subida salarial ha sido del 3,9 por ciento, frente al diez por ciento del Índice de Precios al Consumo (IPC).
Vehículo eléctrico
Por otra parte, desde Stopel han aludido a los cambios que supondrá para la planta zaragozana la fabricación de un nuevo modelo de coche eléctrico, tal y como anunció el pasado viernes su director, José Luis Alonso Mosquera, durante la visita de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, con motivo del 40º aniversario de la instalación de Stellantis en Figueruelas.
Montejo ha subrayado que hay estimaciones de que la producción de vehículos eléctricos tendrá como consecuencia una reducción de personal en torno al 25 por ciento, «por lo que las ayudas para la reconversión deben pasar por los trabajadores».
A falta de confirmación oficial por la empresa, la planta de Stellantis en Figueruelas continuará con la producción del Opel Corsa; sin embargo, en 2023, la fabricación del Opel Crossland y del Citroën C3 Aircross se trasladará a Eslovaquia, sustituyéndose en la factoría aragonesa por versiones electrificadas que presentan incógnitas sobre el volumen de trabajo y su éxito comercial.
En definitiva, «todos los nuevos modelos que lleguen a la planta zaragozana serán bien recibidos porque significan trabajo, pero no son menos importantes las condiciones laborales de las que venga acompañado», ha declarado el candidato de Stopel.
Ayudas y subvenciones
«El futuro de esta planta depende de las subvenciones millonarias de los gobiernos y el comité de empresa tiene la obligación de negociar las condiciones laborales para poner fin a la precariedad laboral».
Acerca de esto, Stopel ha afeado que el Gobierno de Aragón haya concedido 12 millones de euros en ayudas en los últimos tres años a fondo perdido --cuatro millones por ejercicio-- para que la fábrica llevase a cabo proyectos empresariales «pero sin ninguna exigencia de mantenimiento de empleo».
Igualmente, han mencionado el anuncio de que la resolución definitiva del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC) tendrá «una mejora sustancial» de la cuantía que recibirá Stellantis Figueruelas, que inicialmente sería de 42,47 millones de euros.
Reducción de la plantilla
La fábrica de Stellantis Figueruelas llegó a contar en el año 2000 con 10.000 trabajadores, mientras que según el último censo ahora suma 5.000, «que aún pueden reducirse cuando este año acabe el ERTE en vigor y situarse en 3.900 en 2024», ha aseverado el representante sindical de Stopel.
El Sindicato de Trabajadores de Opel ha recalcado la importancia de que en las elecciones del próximo 27 de octubre «tengamos la fuerza para hacer frente a esta situación y que el automóvil siga siendo un sector de futuro para Aragón».
El propósito, han insistido, es garantizar condiciones laborales «dignas y de calidad» a los trabajadores de la factoría zaragozana y un control riguroso de las ayudas públicas, «frente a la carta en blanco firmada por los sindicatos UGT y CCOO durante estos años al frente del comité de empresa». En la actualidad, el sindicato UGT cuenta la mayoría de la representación sindical, seguido de CGT, CCOO, OSTA, Stopel y CCP.
Los candidatos han recordado que el presente es un «momento crucial», ya que el actual convenio vence al finalizar este año 2022 y se prepara la sustitución de los modelos que actualmente se fabrican.
Por último, Daniel Montejo ha agregado: «Queremos que Stellantis siga en Zaragoza durante muchísimos años, pero con condiciones dignas y negociadas para todos, no impuestas. Negociando estaremos ahí, pero si seguimos como hasta ahora nos tendrán enfrente».