El Ayuntamiento de Barcelona estudia la forma de incorporar los antiguos adoquines hallados durante las obras de la 'supermanzana' del Eixample en los nuevos ejes verdes, con el objetivo de conservar la memoria de la ciudad pero garantizando «la accesibilidad total».
El Gobierno municipal valora un procedimiento para cortar los adoquines por la mitad, conseguir una superficie lisa y «rellenar bien las juntas», según ha avanzado 'El Periódico' y ha detallado la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, Janet Sanz.
Sanz ha recordado que los pavimentos adoquinados «siempre habían sido irregulares y con superficie discontinua, lo que dificulta el día a día de las personas con diversidad funcional», motivo por el que no se preveía adoquines en el proyecto de la 'supermanzana'.
Sin embargo, y con el objetivo doble de conservar el patrimonio de la ciudad y llevar a cabo al mismo tiempo una estrategia de reciclaje «en plena emergencia climática», estudian aprovechar de nuevo estos adoquines en un modelo parecido al que se aplicó en la plaza del mercado del Born.
«La idea es incorporar los adoquines en tramos regulares de los nuevos ejes verdes, pero no en todas las calles», ha concretado la titular de Urbanismo, y además desde el Gobierno de Ada Colau condicionan que esto se acabe llevando a cabo a contar con el apoyo total de las entidades de accesibilidad.
El consistorio anunció en septiembre que integrará las vías del antiguo tranvía de la ciudad halladas en estas mismas obras de la 'supermanzana' del Eixample para mantener el «testimonio de una ciudad donde el transporte público era protagonista».