El conseller de Investigación y Universidades de la Generalitat, Joaquim Nadal, ha defendido este lunes aprobar el proyecto de Presupuestos de 2023 «con quién sea que permita hacer una mayoría» al advertir de que optar por la prórroga de las cuentas implica rigidez y obstáculos.
En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, ha señalado que la prórroga es una posibilidad pero conlleva «obstáculos e impide implementar políticas contenidas en el proyecto de ley de Presupuestos así como crecer y tener flexibilidad».
Por ello, el también exdirigente socialista ha asegurado que sería «óptimo y deseable» que se aprobaran las cuentas del año que viene, aunque ha evitado concretar si el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, debe buscar los votos del PSC si Junts no las apoyara.
«Mis preferencias no son de socios para configurar mayorías sino de políticas que puedan ser compartidas por una amplia base de Catalunya», ha sostenido Nadal, pese a añadir que sería difícil de entender que Junts no avalara los Presupuestos.
A su juicio, el proyecto de Presupuestos actual es el que elaboró Junts, de la mano del exconseller Jaume Giró, aunque ve posible que, en la negociación para contar con el apoyo de otras fuerzas, pueda haber modificaciones que permitan que tiren adelante.
Aunque no es de los que «menosprecia el autonomismo para situarse en el horizonte último de la independencia», defiende que Catalunya es una nación y que debe recuperar temple, grosor y capacidad de decisión con políticas concretas.
Sobre «la mayoría independentista del 52%» en el Parlament, cree que haberle dado un valor absoluto ha sido un exceso --en sus palabras-- porque considera que en el frente independentista y soberanista hay sensibilidades y planteamientos diferentes.
1-o
También ha cuestionado que el 1-O fue un referéndum en toda regla «porque si lo hubiera sido, las potencias mundiales se hubieran apresurado a reconocer» el resultado, y por ello ha pedido poder decir las cosas por su nombre y ser realistas.
«No fue el (el referéndum) de Escocia o el de Québec. Nos medimos pero de forma diferente», ha recalcado Nadal que, más allá de situar como una vía posible el acuerdo de claridad que propone Aragonès, defiende ensayar fórmulas para hacer posible que Catalunya pueda volver a votar de manera oficial y con una pregunta clara sobre su futuro.
Mesa de diálogo
En relación a la mesa de diálogo, ha advertido de que, aunque no forma parte de ella, o «avanza en una concreción tangible, o es probable que tenga poco futuro».
Al preguntársele si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es de fiar, Nadal ha señalado: «No es un partida de poker. Nadie debería jugar de farol».
Borràs: "un punto de populismo"
El conseller también ha opinado sobre la presidenta de Junts, Laura Borràs, a la que acusa de haber cogido una deriva «que le está restando argumentos» al haber cuestionado la legitimidad del Govern de Aragonès tras la salida de su partido del Ejecutivo catalán.
«En su evolución, actitud, en su discurso hay un punto de populismo, que puede no tener nada que ver con la legitimidad del Govern», ha aseverado.
Sobre illa y el psc
Sobre el primer secretario del PSC, Salvador Illa, Nadal afirma que su trayectoria como líder de la oposición ha sido «razonable dentro de unos límites», y tras recordar su salida del partido, considera que sigue enmarcándose en la tradición del catalanismo político histórico pese a criticar determinadas actitudes, connivencias, colaboraciones y renuncias en relación a cuestiones que ve esenciales para Catalunya.
Así, sobre si cree que el PSC está demasiado supeditado al PSOE, ha dicho: «Creo que es una de las posibles rémoras en la trayectoria del catalanismo en la que se inscribía el PSC».
Razones de "emergencia política"
Tras constatar que desde que dejó el PSC no se ha afiliado a ningún partido, se ha definido como socialdemócrata y ha asegurado que su decisión de entrar en el Govern se debe «a unas razones concretas, casi de emergencia política».
Pese a tener 74 años, considera que la oferta de formar parte del Ejecutivo catalán ha sido un «regalo» y ha negado que dijera que no volvería a la política, además de explicar que aceptó hacerse cargo de la cartera de Investigación y Universidades porque es un campo que conoce, mientras que puede que no hubiera aceptado otras responsabilidades como Territorio.