La plataforma Euskal Eskola Publikoaz harro, que integran organizaciones, sindicatos y agentes sociales, han convocado el 5 de noviembre una nueva manifestación a favor de la escuela pública vasca. Bajo el lema, «Por la Escuela Pública Vasca ¡No a esta Ley de Educación!», consideran que el anteproyecto de la nueva Ley Vasca de Educación, sigue sin dar una respuesta adecuada a las necesidades de la red pública porque «apuesta claramente por privatizar los servicios públicos, mantiene la dualidad, supone un retroceso para la euskaldunización y no garantiza la laicidad».
Para dar a conocer las razones de la manifestación, representantes de la plataforma han comparecido este jueves en Bilbao para dar lectura al manifiesto conjunto suscrito por todos los convocantes, entre los que se encuentran plataformas educativas de Gasteiz, Oion, Bilbo, Santurtzi, Oarsoaldea, Astigarraga, Amurrio, Donostialdea, Lasarte-Oria y Ordizia, además de sindicatos como Steilas, LAB, CCOO, ESK, CNT, Ehige, Heize y diferentes asociaciones estudiantiles como Ikasle sindikatua, Ikasle Abertzaleak, Ikama, Ikasle Ekintza o Gazte Komunistak.
Tras afirmar que, a pesar de que el anteproyecto de la nueva Ley Vasca de Educación que el Gobierno Vasco quiere aprobar este curso 2022-23 recoge declaraciones a favor de la red pública, desde su perspectiva, «sigue sin dar una respuesta adecuada a sus necesidades» porque, al mismo tiempo, el Departamento de Educación «viene adoptando en los últimos meses de forma continuada medidas a favor de la red privada a través de decretos y órdenes».
Entre estas decisiones, citan la renovación y prórroga de los conciertos educativos para los próximos seis cursos, «a pesar de las previsiones de bajada de la natalidad»; la reducción de la ratio mínima para formar un grupo o aula en los centros privados concertados y la fusión y/o desaparición de numerosos centros públicos", enumeran.
Asimismo, entienden que Educación está incrementando económicamente la financiación de los centros concertados (en torno al 6% los módulos del profesorado, 8,5% los módulos por aula de 2º ciclo de Educación Infantil a Bachillerato, y un 25% los módulos de mantenimiento) y ha integrado las aulas de 2 años dentro del sistema de concertación.
Por otra parte, el borrador crea un nuevo concepto denominado Servicio Público Vasco de Educación y se dice que «este servicio se prestará a través de los centros públicos y de los privados concertados». Por lo tanto, a su parecer, «corresponde la misma financiación a ambos tipos de centros» lo que, para ellos, indica «claramente que no se facilitará el crecimiento de la escuela pública ni se le dará un trato prioritario» han criticado.
A partir de estos elementos, los agentes que conforman la plataforma demandan un sistema educativo «vertebrado en la escuela pública y que logre una educación euskaldun para la cohesión social y la igualdad».
Propuestas
Entre sus propuestas para avanzar hacia ese sistema exigen la consolidación y ampliación de la red pública como garantía de derechos para toda la ciudadanía desde una planificación razonable, adecuar la oferta de plazas escolares a la realidad y no concertar una oferta excesiva de la red privada".
Igualmente piden dotar a la red pública de todos los recursos necesarios y ampliar los cauces de publificación para los centros que quieran formar parte de esta red porque, «si se iguala la financiación de ambas redes sin aumentar el presupuesto destinado a educación, se reducirá la destinada a la red pública».
Defienden, por el contrario, «aumentar la financiación de la red pública y establecer de una vez auditorías e inspecciones rigurosas para el control de la financiación de la red privada-concertada, eliminando los conciertos económicos a los centros que no cumplan los requisitos».
Tras reclamar que se defiendan desde el Gobierno «una escuela pública que siga siendo un referente en la euskaldunización del alumnado», creen que el anteproyecto no refuerza el papel de la educación como garante del desarrollo del euskera y de la cultura vasca" porque ni se superan los modelos lingüísticos ni se recoge el modelo de inmersión, ni el currículo vasco.
Igualmente exigen un modelo basado en la participación de la comunidad educativa, con una red solidaria de escuelas públicas que trabajen conjuntamente, integradas en sus pueblos y barrios, y evite «la lógica de la competencia entre centros concertados y públicos» porque, a su juicio, el nuevo Servicio Público Vasco de Educación, formado por diferentes titularidades, «no es más que una trampa para establecer un sistema educativo neoliberal».
Cohesión social
De cara a lograr una sociedad vasca cohesionada, la plataforma considera que el actual sistema educativo dual público-privado no garantiza esa cohesión social porque en Euskadi, «la mitad del sistema es privado-concertado, lo que hace que la segregación se genere y aumente constantemente».
Por tanto, «lejos de atenuar las desigualdades existentes en la sociedad y superar este modelo dual que las reproduce, la Ley propone su perpetuación, convirtiendo a las y los alumnos vulnerables en productos de compraventa para aumentar la financiación de la red concertada» ya que el anteproyecto «no recoge intención alguna de reducir la presencia de la red privada».
Finalmente, tras exigir un sistema educativo público laico, a su juicio, la nueva ley «plantea lo contrario», porque «la oferta religiosa será obligatoria en la escuela pública y los centros concertados con ideario religioso recibirán la misma financiación que los públicos».
«Este anteproyecto dice defender la educación pública, el euskera y la cultura vasca, y la laicidad, pero apuesta claramente por privatizar los servicios públicos, mantiene la dualidad de redes, supone un retroceso para la euskaldunización y no garantiza la laicidad» critican a través del manifiesto.
Por todo ello, los agentes que conforman Topagunea han hecho un llamamiento para que «toda la sociedad participe masivamente» en la manifestación que, el próximo 5 de noviembre, a las 17.30 horas, saldrá desde la Delegación de Educación de Bilbao, para mostrar su defensa de la Escuela Pública Vasca y el «rechazo rotundo a esta Ley», han concluido.