El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha afirmado este viernes que «se avecina una etapa histórica compleja, España debe comparecer en el escenario internacional con fuerza como nación y proyecto político único», por lo que «Aragón tiene una responsabilidad fundamental que debe ejercer sin complejo».
Ha presidido el acto de inauguración la exposición '1982-2022. 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Aragón' en el Palacio de Sástago, en el que también han intervenido el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, y el presidente de la Institución Fernando el Católico y comisario de la muestra, Carlos Forcadell.
En su intervención, Javier Lambán ha señalado que «pensar que a Aragón le puede ir bien sin que a España le vaya bien es un error» y también que a España le vaya bien y no a Aragón. Ha dicho que los objetivos de los fundadores de la Comunidad Autónoma «se han cumplido, fundamentalmente», y ahora el Gobierno regional promueve este «espíritu fundacional de éxito».
El jefe del Ejecutivo autonómico ha manifestado que «la Historia se puede tergiversar y pervertir, sobre todo cuando cae en manos de políticos y da lugar a atrocidades como las de los nacionalismos radicales», mientras que «la Historia hecha por los historiadores, que se contrasta con los documentos y la realidad, que huye de maniqueísmos y sectarismos, es un componente formidable para educar a ciudadanos libres con sentido crítico, demócratas».
Ha aseverado que «todo lo que se haga desde las instituciones debería estar impregnado del servicio al interés general», añadiendo que la celebración del 40 aniversario del Estatuto «es de interés público y puede servir para proyectar entre todos nuestro futuro como comunidad».
Javier Lambán ha expresado que la Autonomía «ha sentado de maravilla a Aragón» y que «no hay otra comunidad que tenga el componente importantísimo de ser una comunidad milenaria» porque «hace mil años existía ya una comunidad que tenía este contorno y se llamaba como se llama ahora», a lo que siguieron «siglos de postración».
Las bien tratadas
«A las regiones del interior de España los sucesivos Gobiernos nos trataron siempre mal, nos postergaron; digan lo que digan los nacionalistas irredentos las regiones bien tratadas han sido Cataluña y País Vasco, y si alguien tiene que celebrar la recuperación de los autogobiernos son regiones como la nuestra, que se dio cuenta de que atesoraba talento y capacidades suficientes para explotar en muchos órdenes de la vida». Tras la creación de la Comunidad Autónoma «vino una sucesión de episodios de éxitos de la que nos podemos sentir orgullosos; lo hemos hecho entre todos, instituciones y ciudadanía».
El presidente del Gobierno autonómico ha animado a «proyectar esa historia de éxito, convertir esta autoestima en una especie de vitamina histórica y cívica para afrontar las próximas décadas, lo que hicieron los padres fundadores, que fueron capaces de una proeza que debe estar escrita con páginas de oro: Fueron capaces de tener vocación de futuro, de quitarse de encima cualquier tipo de reticencia para ponerse de acuerdo y hacer un gran proyecto común».
«Durante mucho tiempo prevaleció el consenso, la búsqueda de acuerdos, esa virtud cívica de los aragoneses de tener una especial capacidad para el pacto y los acuerdos», ha recalcado Lambán, para quien esta es «la principal razón del éxito como comunidad estos 40 años». Así, ha apostado por emprender «otro proyecto para Aragón los próximos 40 años, basado en el consenso, en esa vocación de universalidad».
Ha observado que el propósito de los fundadores de la Comunidad Autónoma no era «poner en marcha el autogobierno frente a España, cuestionando la Constitución, sino para afianzar a España como nación», lo que «si entonces tenía sentido, ahora lo tiene todavía más».
Ha lamentado que 40 años después del inicio de la Autonomía, la Constitución «es puesta en cuestión desde algunos sectores de la sociedad española y eso es algo que nos tiene que preocupar», alertando de que la situación es «crítica», arremetiendo contra el independentismo «perversor de la realidad democrática», que ha situado «al Este», y al Oeste a «otros no menos insorportables y en algunos casos moralmente inaceptables».
Autonomía y servicios públicos
Juan Antonio Sánchez Quero ha aseverado que «gracias a la autonomía política se han podido desarrollar unos servicios públicos acordes a las necesidades y demandas de los aragoneses» y así «mirar de igual a igual al resto de comunidades». Han sido «40 años muy positivos, consolidando servicios, mejorando la economía y el bienestar social».
La aprobación del Estatuto de Autonomía, ha continuado Sánchez Quero, creó «un escenario de consolidación de la democracia y la participación política, también de extensión de servicios públicos como la educación, la sanidad y los servicios sociales, contribuyendo a mejorar el bienestar y las oportunidades». El Gobierno de Aragón ha sido «el principal motor de cambio social e impulsor de los avances más importantes», ha indicado, tras lo que ha atribuido a la exposición inaugurada los valores de «diálogo, participación, tolerancia, compromiso, responsabilidad, bienestar y progreso».
«La gran transformación democrática no podría entenderse sin el Estatuto y la participación política», ha subrayado, para agregar que «el autogobierno del siglo XXI representa unas estructuras modernas, nuevas y más exigentes, un instrumento de cercanía a los problemas actuales de los ciudadanos». Ha destacado la incorporación de la mujer a la política.
Sánchez Quero ha dejado claro que «el Estatuto ha sido vital para el fortalecimiento de la democracia y el autogobierno, y para nuestros pueblos», tras lo que ha recordado que el antiguo salón de plenos de la DPZ acogió los encuentros parlamentarios que condujeron a la elaboración del anteproyecto del Estatuto de Autonomía. «Podemos sentirnos orgullosos del trabajo hecho, pero jamás satisfechos», ha dicho.
Por último, Carlos Forcadell ha explicado que la exposición representa «el recuerdo colectivo» para «la comprensión del presente y las expectativas de futuro», también la obligación de transmitir a los nuevos públicos «la historia del largo empeño de la sociedad aragonesa». Junto con la exposición se ha editado una monografía explicativa en la que han participado constitucionalistas, historiadores, economistas y politólogos.