La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha condenado a cuatro años de cárcel a un varón por dos delitos de corrupción de menores, cometidos al intentar conseguir relaciones sexuales con dos niñas de diez y once años de edad ofreciéndoles «dinero y regalos» en numerosas ocasiones, tras acercarse a ellas en la Alameda de Hércules de la capital andaluza. Esta pena de prisión, no obstante, ha quedado suspendida a condición de que el condenado no delinca durante dicho periodo.
En una sentencia emitida el pasado 27 de septiembre y recogida por Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia expone que desde finales de 2017, el acusado, identificado como José Manuel Y.S., de unos 44 años de edad a la fecha de los hechos, contactó con dos menores de edad que entonces contaban diez y once años cada una de ellas, cuando estas estaban «en la zona de los columpios» de la Alameda de Hércules.
Según la sentencia, se acercó a ellas «con el firme propósito de ir labrándose su amistad y proponerles relaciones sexuales mediante dinero y regalos», detallando que desde entonces hasta marzo de 2019, en una ocasión entregó dinero a las menores sin que conste que tuviese contacto «de ningún tipo» con ellas, las invitó a ir a una hamburguesería o Isla Mágica sin que las niñas aceptasen y les entregó 50 euros que las mismas devolvieron finalmente al encartado, según el relato de hechos probados.
La sentencia recoge que en otra ocasión, José Manuel Y.S. propuso un contacto sexual a las menores, marchándose a continuación ante la reacción de sorpresa de las mismas, y en otro momento les ofreció 50 euros a cambio de «un beso en la cara o en la boca», dinero que las menores devolvieron al inculpado.
El 18 de marzo de 2019, la madre de una de las niñas tuvo acceso a una carta en la que el inculpado manifestaba que no paraba de «pensar» en estas dos niñas y que las amaba, pidiendo a esta menor que le abrazase, le besase y que hiciesen «el amor», según el relato de hechos probados, que detalla que José Manuel Y.S. incluso estuvo «rondando asiduamente» las inmediaciones del domicilio de una de las chicas.
Después de que ante el tribunal el acusado reconociese los hechos, mostrando su conformidad con el escrito de acusación de la Fiscalía, la Sección Primera de la Audiencia le ha condenado a cuatro años de cárcel como autor de dos delitos de corrupción de menores, si bien esta pena de prisión ha quedado suspendida a condición de que el condenado no delinca durante dicho periodo, siéndole además impuestos seis meses de trabajo en beneficio de la comunidad, cuatro años de prohibición e acercarse a las menores o comunicarse con ellas e indemnizaciones de 500 euros para cada una de las mismas.