Los grupos del Botànic han mostrado su «satisfacción» con las primeras líneas conocidas de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 mientras que los grupos de la oposición han exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que ejecute inversiones y que no deje a los valencianos como «ciudadanos de segunda».
Por parte del PSPV, Jose Muñoz ha afirmado que los presupuestos han «reafirmado el compromiso de los y las socialistas con las clases medias y trabajadoras de nuestro país». «Nos van a permitir acelerar la recuperación económica y dar respuesta a las necesidades de la mayoría social de este país», ha señalado.
Desde Compromís, Carles Esteve ha considerado que «en general son una buena noticia» y ha destacado la subida de las pensiones, pero ha insistido en pedir un fondo de nivelación para compensar el déficit en financiación autonómica. También ha reclamado mayor inversión en infraestructuras.
Por su parte, Pilar Lima (Unides Podem) ha mostrado su «satisfacción» por las cuentas, pero ha admitido que tienen un «sabor agridulce» por «cosas que no avanzan» como que «el PSOE todavía no se atreve a apoyar la Ley de Vivienda», al tiempo que ha reclamado la mejora de la financiación.
Desde la oposición, María José Catalá (PP) ha asegurado que «la inversión territorializada debe ser la que corresponde a la Comunitat Valenciana y no solo debe plasmarse en el presupuesto, sino que debe cumplirse y ejecutarse». También ha señalado que será «muy significativo» el papel que pueda tener Compromís: «Baldoví ha aprobado los presupuestos a Sánchez a cambio de cosas que no se han cumplido», ha agregado.
Por Ciudadanos, Ruth Merino «ha instado al presidente Ximo Puig a dejar a un lado su »tibieza habitual« ante unos Presupuestos Generales del Estado »que siempre condenan a los valencianos a ser ciudadanos de segunda y a recibir menos dinero del que corresponde frente a otros territorios".
Desde Vox, Llanos Massó ha aseverado que la izquierda ha realizado un presupuesto «para pagar una campaña electoral» y ha aseverado que son las cuentas «más despilfarradoras».