La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha valorado este jueves como un «claro ataque a la autonomía financiera de las comunidades autónomas» las medidas fiscales anunciadas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que llegan «en un momento de recaudación histórica, que no la hacen ni oportuna ni necesaria».
«Son un arrebato de soberbia», ha señalado España, quien ha recordado que esto se produce después de once días en los que «el Gobierno no ha parado de criticar a Andalucía por bajar los impuestos a los andaluces, acusándonos de iniciar una guerra entre comunidades», según ha recogido la Junta en un comunicado.
Carolina España ha hecho hincapié en que el Gobierno de Pedro Sánchez, con las medidas fiscales anunciadas, pretende crear «un impuesto clonado al Impuesto sobre el Patrimonio», suprimido en las comunidades de Andalucía y Madrid, «lo que vulnera el sistema autonómico consagrado en la Constitución, en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y en la Ley de Cesión de Tributos».
De ahí que haya asegurado que, una vez que se publique la norma, los servicios jurídicos del Gobierno de Andalucía «estudiarán las acciones pertinentes».
«Una vez más, el Gobierno rectifica. Pero hay que saber rectificar», ha manifestado la consejera, que ha advertido que la rebaja planteada por el Ministerio en el IRPF «no es progresiva», por no deflactar el impuesto, «como sí ha hecho el Gobierno andaluz». «Y además, el Gobierno de España penaliza la inversión, el ahorro y el crecimiento económico, justo lo contrario de lo que necesita este momento», ha señalado la consejera.
Por último, ha considerado que las medidas anunciadas «son fruto de la improvisación» y advierte que «esto puede tener graves consecuencias», entre las que apunta "un riesgo alto de huida de capitales a países de nuestro entorno.
«No era necesario crear ningún impuesto nuevo y tenía margen de sobra para bajar los que ya existían», ha dicho Carolina España, que ha recordado que la recaudación tributaria en España se encuentra «en niveles récord, muy por encima de lo previsto, que eran 9.000 millones en todo el año. Hasta agosto ya se habían superado los 22.000 millones de euros de recaudación en España».