El taxi andaluz ha mostrado este martes su resignación ante el anuncio de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, de la inminente aprobación en Consejo de Gobierno del decreto para regular la actividad de los VTC en núcleos urbanos a partir del 1 de octubre, algo que temieron en las últimas horas y que ahora ven confirmado. «Lo que nos queda es visualizar nuestro rechazo a este decretazo», apuntan a Europa Press desde el sector, que volverá a manifestarse este miércoles.
«Esto es ni más ni menos lo que nos temíamos», ha señalado el presidente de Elite Taxi, Rafael Baena, una interpretación que comparte el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), Miguel Ruano: «Ya nada nos sorprende».
La norma, que ha generado el rechazo frontal del taxi desde que la Consejería de Fomento la anunció a principios de este mes, recibirá luz verde del Gobierno andaluz durante la jornada, ha confirmado Carazo, que ha reiterado su confianza en que las medidas que contempla favorecerán la «convivencia» con los VTC, al tiempo que ha incidido en que pretende mantener una actitud de «diálogo» con el taxi.
Era el desenlace que temía el taxi desde que este lunes acabara sin acuerdo la reunión que mantuvieron en la Consejería con los VTC, y a la que también asistieron representantes de los sindicatos UGT y CCOO, así como de los consumidores a través de Facua, un cónclave que se producía a menos de una semana de la fecha límite para sacar adelante el decreto.
«Lo que nos queda es visualizar nuestro rechazo a este decretazo», ha remarcado Baena, en alusión a la manifestación que han convocado para la tarde de este miércoles ante el Parlamento andaluz. El sector afea además las formas en las que este decreto llega al Consejo de Gobierno, destacando que el asunto no se incluía en el orden del día original. «Lo esconden», ha dicho Ruano, portavoz de una de los principales convocantes de la concentración de este miércoles.
A la espera de conocer los detalles del decreto, el taxi y los VTC chocaban principalmente en lo referido a la ratio de licencias VTC con respecto al taxi, y también sobre el requisito de precontratación para los VTC, que exigían fuese de al menos quince minutos; una cuestión que para los VTC suponía entorpecer la competencia.