El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha cifrado en un «91 o 92%» la puntualidad diaria de sus trenes y la ha equiparado a la de la mayoría de las ciudades europeas.
«Defiendo que la gestión de Rodalies y, por lo tanto, del resultado que obtenemos, que son unos trenes con una puntualidad diaria razonablemente elevada, que está al 93% de puntualidad en 2019, es equiparable con las 'rodalies' de la mayoría de las ciudades europeas», ha sostenido en una entrevista en Catalunya Ràdio de este jueves recogida por Europa Press, en la que ha calificado el servicio prestado de bueno.
Ha convenido en que las obras repercuten negativamente en la puntualidad de los convoyes al imponer limitaciones de velocidad o una menor frecuencia, pero ha insistido que, en el caso de Renfe, «continúa siendo superior a muchas ciudades europeas, a Londres o Bruselas, por ejemplo».
Sobre la exigencia del vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, de que las competencias de Rodalies se traspasen a la Generalitat, Táboas ha replicado: «¿La Generalitat se pondrá a conducir los trenes?»
«Los inconvenientes que puede haber muchas veces son o por incidencias que no tienen que ver con quien lo gestiona y alguna vez sí que pueden tener a ver, pero las Rodalies de Barcelona tienen la calidad, en lo que se refiere a puntualidad, de las más altas de Europa. Por lo tanto, ¿qué iría mejor?», se ha preguntado.
Ha destacado que Catalunya «es el territorio de España donde más se han vendido» los abonos gratuitos de Renfe, y ha subrayado que una parte importante de los usuarios abandonaran otros medios de transporte para utilizar el ferrocarril.
Obras y quejas
El presidente de Renfe ha dicho comprender perfectamente «la ansiedad, la fatiga y el enfado» de los usuarios de Renfe ante las incidencias ferroviarias y ha dicho que es compartida por la compañía y sus empleados.
Ha defendido que las obras en los ámbitos de La Sagrera y de la nueva estación de Rodalies de Sant Andreu, que afectarán a unas 700.000 personas, permitirán ofrecer un mejor servicio en el futuro, si bien ha convenido en que son «molestas».
«Las obras son molestas, cuando haces obras en tu casa, la cocina o el baño, estás molesto un tiempo, pero después gozas de un mejor servicio, una mejor cocina o un mejor baño. Aquí es lo que se está haciendo», ha explicado, y ha insistido en que Renfe lamenta dichas molestias.