Familiares de las víctimas del doble crimen de Abanto Zierbena en marzo de 2020 han asegurado que madre e hija vivían «totalmente» sometidas al acusado, que insultaba y gritaba «mucho» a su mujer y al que creen que tenían miedo. Según han afirmado, la mujer estaba «muy resignada» y «ya no podía más».
La Audiencia provincial de Bizkaia ha celebrado este jueves una nueva sesión de la vista por el crimen de una mujer de 56 años y su hija, de 24 años, en la vivienda familiar del barrio de Sanfuentes de la localidad vizcaína de Abanto y Zierbena el 10 de marzo de 2020.
El marido y padre de las víctimas, respectivamente, se enfrenta a una petición de entre 47 años y 50 años de prisión por parte la Fiscalía y el resto de partes de la Acusación, que le atribuyen sendos delitos de asesinato con alevosía con agravantes, mientras que la defensa considera los hechos homicidio con circunstancias atenuantes y propone una pena de ocho años de cárcel por cada una de las muertes, con cumplimiento simultáneo de las penas.
En esta sesión, han prestado declaración la madre, los tres hermanos y dos sobrinas de la mujer, a la que el acusado ha asistido detrás de un biombo al pedir los familiares no verle. En sus testimonios han relatado que las víctimas vivían «totalmente» sometidas al acusado, que «mandaba con la mirada» y que insultaba y gritaba «mucho» a su esposa.
Según han explicado, en los últimos tiempos, la mujer estaba «muy resignada» y «ya no podía más». «¿Cuando, al final, reconocía que no aguantaba, cómo estará para que ella lo dijera, porque era una persona que no decía nada de su casa?», ha señalado una de las hermanas, en cuya opinión, ambas víctimas tenían miedo al acusado.
También han declarado en la sesión varios de los ertzainas que actuaron en el caso. Entre ellos, los agentes que acudieron al domicilio al conocer los hechos han explicado que encontraron la casa en desorden con «muchas» bolsas y maletas.
(Habrá ampliación)