Una joven que participó en las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél en febrero de 2021 ha aceptado este martes la pena de dos años de cárcel por los delitos de desórdenes públicos y atentado a agentes de la autoridad. La chica no ingresará en prisión con la condición de no volver a delinquir en los próximos tres años y realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante tres meses.
Inicialmente la Fiscalía pedía para la acusada, de 21 años en el momento de los hechos y sin antecedentes, dos años de prisión por un delito de desórdenes públicos, cuatro años por un delito de atentado a los agentes de autoridad y una multa de dos meses con una cuota diaria de 10 euros para cada uno de los delitos de lesiones leves de los que le acusaba.
No obstante, finalmente se ha llegado a un acuerdo en la vista celebrada hoy la sección tercera de la Audiencia de València, por la que se ha impuesto una pena de seis meses por el delito de desórdenes, 1 año y seis meses por el de atentado, y la multa se rebaja a un mes a razón de tres euros diarios para cada uno de los delitos de lesiones leves.
Los hechos se remontas al 18 de febrero de 2021, cuando hubo una concentración de ciudadanos en la Plaza de San Agustín de València en protesta por la detención a instancias judicial del rapero Hasél. No obstante, según el relato del ministerio fiscal, sobre las 19.30 un amplio grupo de ciudadanos quiso convertir la protesta en una manifestación que llevó a intervenir a los mandos de la UIP (Unidad de Intervención Policial) para tratar de pactar un itinerario con los responsables.
Sin embargo, no fue posible porque los responsables, según Fiscalía, «lejos de iniciar la interlocución, comenzó a empujar a los policías y golpearles dando lugar a un enfrentamiento que causó que el grupo se escindiese en otros menores» que causaron «desperfectos así como interrupciones en la circulación al volcar motocicletas e incendiar contenedores».
Sobre las 20.15 horas, la acusada, que estaba con uno de esos grupos escindidos en la calle Matemátizo Marzal, lanzó una botella a un agente que bajaba de un vehículo policial que le impactó en la entrepierna derecha, según el relato de la acusación pública. La joven fue detenida en el párking de Renfe, pero logró quitarse los grilletes. Al tratar de huir fue nuevamente interceptada por otro agente y cayeron ambos al suelo, lo que causó lesiones en el codo al policía.