La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, ha expuesto este jueves en la Diputación Permanente de Les Corts el informe preliminar que ha elaborado el Consorcio Provincial de Bomberos en relación con el incidente en el que se vio envuelto un tren de la línea València-Zaragoza en pleno incendio de Bejís (Castellón), en el que se reflejan tres horas en las que un incendio forestal se convirtió en una «tormenta de fuego», «enormemente violento y errático» con velocidades de avance «absolutamente anómalas».
Así lo ha detallado en su comparecencia en la cámara autonómica, a petición propia, pero también solicitada por los grupos, en la que el PP le ha reclamado su dimisión por este incidente y el resto de la oposición le ha reprochado su gestión en el incendio.
La consellera ha dejado claro que el Centro de Coordinación de Emergencias «no pudo comunicar nada a ADIF porque no recibió ninguna notificación de ninguna medida referente a la suspensión de la circulación de tren».
«Si no se recibe, que no es cuestión de que haya fallo de comunicacion, no se puede comunicar lo que no existe», ha insistido, para negar que hubiera fallo alguno de protocolo e incidir en el contexto en el se produjo el incidente.
Como consecuencia del incidente, cinco mujeres, dos hombres y un niño de cuatro años tuvieron que ser ingresados, de los que uno de los varones y el menor recibieron el alta a las pocas horas. Del resto, a excepción de la que sufrió la fractura, todos presentaban quemaduras de mayor o menor consideración. En el lugar de los hechos los sanitarios desplazados atendieron al menos a una decena de heridos.
El tren paró su marcha ante la proximidad del fuego para regresa a la estación de Caudiel, un momento en el que existen varias versiones acerca de lo entre ADIF y Renfe y algunos de los pasajeros, en un incidente que está investigando la Policía Judicial. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, aseguró este miércoleseste miércoles que «ni Adif, ni Renfe recibieron notificación alguna» sobre la situación de la vía que ocasionó el incidente de tren por el incendio de Bejís (Castellón).
Sin daños en el tren
Bravo, que ha subrayado que, según consta en los informes tecnicos el tren no sufrió daño alguno por el incendio sino solamente afectación por humo y la fractura de un cristal", se ha mostardo abierta revisar los protocolos de actuación aunque ha pedido entender la gestión y profesionalidad de los efectivos y valorar también lo ocurrido en el interior del convoy.
El incendio de Bejís, declarado el 15 de agosto por la caída de un rayo, tenía todos los frentes activos en la mañana del 16, cuando se requirieron más medios aáreos y la intervención de otras administraciones para evitar que los vientos propagasen el fuego hacia zonas próximas a poblaciones como Bejís y algunas aldeas cercanas.
En ese momento, según ha descrito, los responsables de la extinción no planteaban una posible evacuación de Bejís, si bien no se descartaba en caso de evolución desfavorable. En una segunda reunión, la del CECOPI a las 13.30 horas, se comunicaba una situación «complicada» por el avance tanto de este fuego como el de Vall d'Ebo, pero siguió sin plantearse la necesidad de adoptar ningún desalojo preventivo.
"sin capacidad de extinción"
Sin embargo, «pocos minutos después» de acabar, «la potencialidad e intensidad del incendio alcanzaba niveles insospechados, según los responsables» por la formación de pirocúmulos y el comportamiento explosivo, que determinó evacuar Bejís. «En tres horas, el incendio pasó a tener un tamaño seis veces mayor: de 600 a 3.700 hectáreas afectadas» y, a primera hora de la tarde «se encontraba fuera de capacidad de extinción» y «completamente descontrolado», ha detallado la consellera.
En esos pocos minutos, se adoptaron decisiones como trasladar el PMA de Bejís a Viver para evitar que lo alcanzaran las llamas y, posteriormente evacuar de Torás y Teresa, en el momento «más crítico del incendio».
La consellera ha precisado que Emergencias recibió una primera comunicación del incidente en el tren a las 18.08 del martes y casi simultáneamente, ADIF informó al 112 del fuego al lado de las vías cerca del antiguo apeadero Toras-Bejís, de que los trenes no podían seguir la marcha y que un convoy había retrocedido a La Masada. En ese momento, se activaron los recursos sanitarios extraordinarios para atender a los heridos.
Según ha explicado Bravo, el 17 de agosto solicitó al Puesto de Mando Avanzado un informe «con carácter urgente» sobre lo sucedido en ese momento y en las horas previas, cuya conclusión preliminar se recibió este miércoles por la mañana.
El informe refleja que no se preveía «en ningún modo» un cambio «tan violento» en el incendio que determinaron los acontecimientos posteriores. De partir de las 15.00 horas, el fuego se tornó «enormemente violento y errático con velocidades de avance absolutamente anómalas».
De hecho, detalla una «conjunción de factores que convirtieron un incendio en uan tormenta de fuego», con «carreras rapidísimas en frentes con intesidades de llamas tan energéticas que impedían un ataque directo» por parte de los bomberos y con eficacia «mínima» de las descargas aéreas.
Según apunta el informe, las razones de este comportamiento «deben ser estudiadas» aunque se estima que obedecen a situaciones metereológicas generadas por la inestabilidad atmosférica y por el propio incendio, que provocaron desplomes de la columna de convención, que a su vez, causaron fenómenos «imprevisibles y muy violentos», que obligaron los efectivos a posicionarse con estrategias de defensa de la población y de ellos mismos.
Atrapamientos y amenazas
Asimismo, relata que, de 15.00 a 18.00 horas, se produjeron «diversos acontecimientos casi simultáneos»: atrapamientos de fuego de efectivos de extinción, afeccción de bienes materiales, amenazas «múltiples» a poblaciones y núcleos diseminados, que obligaron a proteger a los ciudadanos e incluso a trasladar el Puesto de Mando Avanzado, que se vio «súbitamente amenazado» por el avance del fuego.
Aún con esas dificultades, el informe refleja que se adoptaron «múltiples actuaciones para la defensa de las poblaciones y bienes» en el contexto en el que, en tres horas, se pasó de una superficie afectada de 600 hectáreas a otra seis veces mayor: de 3.700.