La Guardia Civil y el Servicio de Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía han descubierto que en una piscifactoría clausurada en aguas de Salobreña, en la costa de Granada, se estaban extrayendo ilegalmente mejillones sin autorización y sin ningún tipo de control sanitario, interviniéndose más de una tonelada de este producto, ya devuelta al mar.
Como medida cautelar también se intervino la embarcación que utilizaban los responsables de la empresa denunciada para las labores de recolección de los mejillones, según ha informado la Guardia Civil este miércoles en una nota de prensa.
El Instituto Armado averiguó que la empresa responsable de desmantelar la explotación acuífera clausurada de cría de mejillones que había frente a la costa de Salobreña, había aprovechado la infraestructura para supuestamente «seguir extrayendo de manera ilegal mejillones durante todo el verano en connivencia con los responsables de la antigua explotación», un producto que luego presuntamente ha acabado en el mercado negro «sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad».
Así las cosas, desplegó un dispositivo en el que participaron agentes del Servicio Marítimo Provincial de Motril, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza motrileño e inspectores de la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, los cuales sorprendieron a los tripulantes del barco de la empresa mencionada extrayendo noventa y ocho sacas de mejillones del mar de la explotación clausurada, aproximadamente una tonelada. Los agentes comprobaron que los mejillones estaban vivos y los devolvieron al mar.
La empresa naviera, el representante de la piscifactoría y los tres trabajadores sorprendidos en el barco extrayendo los mejillones han sido denunciados por una infracción muy grave a la Ley 1/2002, de 4 de abril, de Ordenación, fomento y control de la Pesca Marítima, el Marisqueo y la Acuicultura Marina, por supuestamente «ejercer faenas de pesca profesional sin estar incluido en los censos establecidos reglamentariamente y por tenencia, retención a bordo, transbordo o desembarco de invertebrados marinos procedentes de zonas de producción cerradas por motivos higiénicos sanitarios».
Por otra parte, se ha informado a las autoridades sanitarias que se sospecha que los denunciados han podido suministrar mejillones sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad obligatorios.