El 68,5% de las niñas en Barcelona expresan estar muy satisfechas con su propio cuerpo mientras que la misma cifra en los niños alcanza el 75,4%, en una diferencia del 6,9% entre niños y niñas, según se desprende de los datos de la Encuesta de Bienestar Subjetivo de la Infancia de Barcelona.
Para el estudio, elaborado junto al Institut Infància i Adolescència y presentado este viernes en rueda de prensa, se han encuestado más de 4.700 niños y niñas de entre 8 y 11 años (de tercero a sexto de Primaria) entre septiembre y diciembre de 2021.
El concejal de Infancia, Juventud, Personas Mayores y Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Ramon Riera, ha alertado de que las cifras relacionadas con la satisfacción con el propio cuerpo muestran la presión social que se ejerce «como sociedad sobre el propio cuerpo».
En global, el grado de satisfacción de los niños es del 8,7 sobre 10, y baja 3 décimas respecto a la última edición de la encuesta en 2017: después de la pandemia han pasado del 69% en 2017 al 60,1% los niños que se muestran muy satisfechos.
Esto supone que un 29,8% están 'bastante satisfechos' (en 2017 un 23%) y un 10,1% se muestran 'poco o nada satisfechos' (8% en 2017), cifras que, según los responsables municipales, pueden indicar algunas preocupaciones en el caso de los primeros o problemas importantes en el caso de los segundos.
Riera ha celebrado que los niños, también en Barcelona, son «entusiastas y vitales», pero ha instado a fijarse en aquellos apuntes que no registran datos tan favorables para abordarlos y mejorarlos.
Las cuatro experiencias más significativas que hacen vivir a los niños con más plenitud son pasarlo bien con la familia en primer lugar, que las amistades les traten bien, sentir que la familia les ha ayudado con sus preocupaciones durante la pandemia, y sentirse seguros en el colegio.
Entorno escolar
Sobre la escuela, se ha registrado un cambio en relación con los datos de 2017, y ahora los niños valoran mejor la vida con el entorno escolar que la relación con sus compañeros de clase.
Un 70% de los encuestados de 10 y 11 años ha vivido o testimoniado una realidad de violencia en el colegio: un 1,4% se identifica como el maltratado, un 1,3% se ha identificado como el instigador, el 3,9% participan, el 4,12% no participan pero «piensan que hay niños que se lo merecen», el 13,4% solo mira, y el 44,1% dice intentar ayudar.
El responsable de Infancia ha dicho que «vale la pena hacer un esfuerzo más intensivo para que tomemos conciencia que esta realidad existe» en la ciudad, y apunta a estas situaciones de violencia como una de las razones por las que los niños valoran más el entorno escolar que la relación con los compañeros.
Tiempo libre
Otra de las cuestiones menos bien valoradas es el tiempo libre disponible fuera del horario lectivo: «Los niños reivindican ser dueños de su propio tiempo», y ha abogado por construir más diálogo familiar sobre qué hacer después del colegio.
Sin embargo, la coordinadora de la encuesta, Maria Corominas, ha dicho que no se trata de un exceso de extraescolares en todos los casos, sino de que los niños querrían decidir más qué actividades hacen y, divididas en las relacionadas con la academia, las deportivas o las artísticas, son las primeras las que más se imponen y las que se deciden más conjuntamente son las deportivas.
Esta encuesta forma parte de la primera parte del programa municipal 'Hablan los niños y niñas', que desarrollará talleres participativos y un grupo altavoz de ciudad, con el objetivo de conterpretar los datos junto a los niños y que puedan hacer propuestas para evitar la «mirada parcial» de los adultos.