El alcalde de Algeciras (Cádiz), el popular José Ignacio Landaluce, ha convocado para este lunes sendas reuniones con los portavoces de los grupos representados en la Corporación municipal, así como con los representantes vecinales de las zonas afectadas, tras saberse que el Gobierno central quiere construir en Algeciras un centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI).
En primer lugar, a las nueve y media de la mañana se celebrará una Junta de Portavoces con carácter extraordinario y urgente, en la que el primer edil entregará a los representantes de los distintos grupos políticos tanto la carta remitida al Consistorio por la Subdirección General de Emergencias y Centros de Migraciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España anunciando la puesta en marcha del CETI, como de «los informes técnicos que en sentido negativo han sido redactados tanto por la Secretaría General del Consistorio como por las delegaciones municipales de Igualdad y Bienestar Social y de Urbanismo».
En ese sentido, mientras el alcalde asegura que la ciudad no puede afrontar más «presión migratoria», la Asociación Pro Derechos Humanos criticaba que el primer edil sí apoyase el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), una «cárcel» de inmigrantes, considerando que Landaluce rechaza el CETI porque quienes sean destinados allí gozarán de libertad para entrar y salir y los inmigrantes serán visibles «en la calle».
Posteriormente a la citada reunión, la primera autoridad municipal recibirá a los representantes vecinales de las zonas aledañas a los terrenos sobre los que se quiere construir este centro de puertas abiertas para inmigrantes, que estaría ubicado en la parcela del antiguo Cuartel de Transmisiones, en la calle Reyes Católicos, en la confluencia de los barrios de Pescadores y El Saladillo.
Landaluce ha señalado que «es fundamental conocer la opinión al respecto de lo que consideremos un absoluto despropósito, tanto de los representantes de la ciudadanía como de los vecinos, y seguiremos realizando gestiones y acciones a todos los niveles porque simplemente por razones de convivencia, sociales y de seguridad, no queremos que el único CETI que se abra en la península esté en Algeciras. Somos solidarios, tolerantes y acogedores como los que más, pero la presión migratoria tiene que estar distribuida y no recaer únicamente sobre los hombros de los algecireños, como quiere hacer el Gobierno de España».