La Guardia Civil, en colaboración con la Policía de Fronteras francesa, ha desarticulado en Gipuzkoa y Navarra una organización criminal dedicada a introducir inmigrantes irregulares en Francia, en el curso de un operativo en el que ha sido detenidas tres personas.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en el País Vasco, dos de las arrestos de la Operación «Trolley» se han llevado a cabo en Gipuzkoa y Navarra. De forma paralela, a través de una Orden Europea de Investigación, se ha logrado poner a disposición de la justicia francesa a un tercer individuo supuestamente implicado en la trama delictiva.
También se ha realizado un registro domiciliario en la localidad navarra de Bera, en el que se han requisado dos teléfonos móviles, dos ordenadores portátiles y un navegador GPS, cuyo contenido será analizado por las Unidades investigadoras.
El 'modus operandi' de la organización consistía en captar a
migrantes que tuvieran la intención de cruzar la frontera gala, tras llegar a la Península a través de embarcaciones, procedentes de
las zonas norte y occidental de África, para posteriormente introducirlos clandestinamente en Francia.
La red criminal investigada presentaría una «clara distribución jerárquica» de funciones, en la que el líder ostentaría la posición de mayor responsabilidad, ejerciendo de enlace o punto de contacto entre los miembros de la organización y los migrantes interesados en cruzar a territorio francés. De esta forma, bajo su propio criterio, fijaba las condiciones de los traslados y los precios a exigir por estos.
Una vez acordado en precio a pagar para cruzar al país vecino, fundamentalmente a las localidades de Hendaia, Baiona y Burdeos, el líder impartía instrucciones concretas al resto de integrantes de la organización con el fin de que éstos participasen activamente en el traslado transfronterizo.
Según la investigación, los detenidos adoptaban "fuertes medidas de
seguridad« para dificultar la labor policial, como el uso de vehículos lanzadera para la realización de funciones de vigilancia, con el objetivo de alertar de controles policiales y controlar la seguridad de las rutas utilizadas para el traslado de los migrantes. También se hacía uso de rutas cuyos puntos fronterizos estuviesen menos vigilados que otros, »para tener mayor probabilidad de éxito".
La red criminal investigada había establecido en una zona próxima a la frontera francesa un «vehículo-vivienda» destinado específicamente a la ocultación o encubrimiento de los migrantes en los momentos previos al inicio de los traslados.
Según el Ministerio del Interior, con estas tres detenciones se ha logrado desarticular una organización criminal que habría realizado, durante los últimos cuatro meses, unos 40 traslados hasta Francia, transportando en cada uno de ellos a grupos de entre tres y cuatro personas.
Las diligencias, junto con los detenidos en dicha operación, fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Pamplona (Navarra). Las investigaciones se desarrollaron bajo la coordinación del Área Especializada de Extranjería de la Fiscalía Provincial de Navarra.
El despliegue de los cuerpos policiales involucrados en el caso conllevó la realización de actuaciones simultáneas en Gipuzkoa y Navarra, y la participación de integrantes del Servicio de Información de la Guardia Civil --Unidad Central Especial número 3 de la Jefatura de Información y Grupos de Información de las Comandancias de Navarra y Gipuzkoa- y personal de la Policía de Fronteras francesa, trasladado para realizar 'in situ' el seguimiento de todas las actuaciones.