La situación meteorológica vuelve a ser «adversa» en el incendio forestal de Bejís (Castellón), al parar de llover, y decenas de unidades de bomberos continúan trabajando para controlar las llamas que a primera hora de la tarde avanzaban de forma «imparable» con un comportamiento «extremo» tras calcinar ya más de 9.900 hectáreas y obligar al desalojo de unas 1.500 personas.
A última hora de la tarde ya se había disipado el núcleo de tormenta que se había formado sobre la zona del incendio, aunque la previsión es que surjan nuevos núcleos en las próximas horas, según la información de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), recogida por Europa Press.
En la zona afectada sopla un intenso flujo de viento del sureste, remontando el río Palancia, con rachas de hasta 50 kilómetros por hora (km/h). En cuanto al aparato eléctrico, un solo impacto en tierra se ha registrado en la zona del incendio. Donde hay más actividad es en el norte de la provincia y en la zona del fuego de la Vall d'Ebo.
Así, tras el «breve chubasco», la situación meteorológica ha vuelto a ser a ser «adversa» en el incendio de Bejís. La temperatura se ha situado alrededor de los 20 grados y la humedad, por encima del 60 por ciento, aunque con viento del sureste «muy intenso».
En cuanto a los medios desplegados en la zona, según la actualización de las 19.35 horas del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, trabajan 12 unidades de bomberos forestales, 10 autobombas, tres dotaciones de los bomberos de la Diputación de Castellón, seis agentes medioambientales, dos brigadas del Ministerio para la Transición Ecológica, dos GRAF de Cataluña, una unidad de prevención de incendios y tres ambulancias.
Respecto a la situación meteorológica en el resto de incendios, en la Vall d'Ebo (Alicante) sigue lloviendo y en Petrer (Alicante) el cielo está despejado, según indica Aemet.