El Área de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, siguiendo el plan director, ha impulsado la recuperación de la antigua Harinera del Ebro del barrio rural de Casetas, cuyo proyecto busca la reactivación del entorno y del tejido sociocultural del barrio.
La rehabilitación de este edificio industrial en desuso, que ha sido presentada para la captación de fondos europeos, se centra en «llenar de vida y de actividades un entorno que había sido abandonado a su suerte desde el cierre de la producción harinera en 2006», ha manifestado el consejero de Urbanismo y Equipamientos del Consistorio, Víctor Serrano.
El responsable municipal ha visitado la antigua fábrica, junto al alcalde del barrio rural, Jorge Esevarri, con motivo de la finalización de las obras de emergencia que se han realizado para consolidar y mantener la estructura de la antigua Harinera del Ebro de Casetas, ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa.
Serrano ha añadido que ahora se plantea la recuperación del edificio actual, así como la construcción de otros tres inmuebles auxiliares y un cuarto que sirva de conexión y galería.
La edificación está situada en la calle del Moncayo de este barrio rural y en la actuación se han invertido más de 300.000 euros, con el objetivo de evitar la degradación del inmueble, catalogado como de Interés Arquitectónico grado A y, en concreto, de una bodega de 1913.
Mal estado
El consejero municipal ha explicado que la actuación ejecutada se ha realizado tras una visita del Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento, cuyos informes ponían de relieve «el mal y peligroso estado de la bodega, que se catalogó en el año 2018».
Este espacio, que data de 1913, se encontraba parcialmente hundido, por lo que ha habido consolidar y reforzar la estructura. Así mismo, dado el estado de desprendimiento de la fachada y la cubierta del edificio, «se ha consolidado el revoco de las fachadas, las cuales también se han pintado, y se ha revisado la cubierta retejando las partes necesarias para evitar desprendimientos a la calle», ha apuntado Serrano.
Ahora, una vez consolidado el inmueble, Urbanismo quiere avanzar en el futuro de este espacio y ha dado un impulso al proyecto de rehabilitación integral y puesta en servicio, para lo que ha presentado el Plan Director de la Harinera de Casetas a los fondos europeos.
El proyecto, que en su conjunto supondría una inversión económica superior a los cinco millones de euros, aspira a poder recibir ayudas dentro de las líneas de subvención del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos de entidades locales (PIREP).
El barrio rural más poblado
Serrano ha detallado que se trata de poner en servicio «y llenar de vida este inmueble abandonado durante muchos años y aprovechar su potencial como centro de desarrollo urbano y vecinal». Ha incidido en la necesidad de «dar solución a las demandas vecinales del barrio rural más poblado de Zaragoza, que llevan décadas sin ser atendidas».
El consejero municipal ha constatado: «Es un barrio muy activo en ámbito social, cultural y vecinal, con una población joven, que demanda más servicios y ayuda en la conciliación familiar, pero además con una gran respuesta e interés en los campos de la innovación y las enseñanzas musicales».
Por eso, ha apuntado Serrano, «queremos que la Harinera de Casetas aúne el respeto a las raíces y la tradición agroalimentaria e industrial, con la visión de futuro en un espacio repleto de oportunidades».
Dos fases
El proyecto se desarrollaría en dos fases: la rehabilitación del núcleo principal y la construcción de los edificios de nueva planta. El plan director, que estará abierto a la participación ciudadana, se basa en las propuestas de los vecinos y plantea un espacio dinámico y transparente que permita visibilizar la actividad que genera, promoviendo la convivencia intergeneracional y fomentando su uso, especialmente por niños y jóvenes.
La propuesta programática responde al estudio de las necesidades desarrollado en conjunto con los vecinos, los servicios de Juventud del Ayuntamiento y varias asociaciones del barrio, como la Asociación de Músicos de Casetas y la Asociación Métete en harina, principales interesados en la reconversión del espacio.
El proyecto consta de cuatro edificaciones exentas e independientes, con un programa específico para cada una de ellas, que se articularían e interconectarían a través de un quinto elemento o pieza de distribución desde el que se accedería a cada una de ellas, así como a la plaza exterior.
En la edificación existente, la denominada Edificio Harinera, se proyecta una sala polivalente en el segundo piso, la biblioteca en el primero, y un Museo de la Memoria Industrial en la planta calle con su sala de exposiciones.
En cuanto a las nuevas edificaciones, por un lado, estaría la Casa de la Música, con salas de grabación y espacios de ensayo que se distribuyen en la planta calle y en la primera, así como un auditorio aprovechando el techo abovedado del sótano.
Por otro lado, se contaría con la Casa de la Juventud, con espacios para iniciativas ciudadanas y actividades juveniles, co-working, aula de cocina y salones multimedia, y además se plantea crear un Centro de Innovación Multimedia, con espacio de formación y convivencia entorno a los videojuegos (e-sports), con fomento, asesoramiento y promoción para las iniciativas digitales, salas de grabación, y un espacio de iniciativas ciudadanas concebido como un gran salón multifuncional.
Además, habría una la Casa de la Infancia, con dos plantas, donde se establecerán el Centro Municipal de Tiempo libre y la ludoteca; y, en último lugar, se contaría con una estructura de conexión o galería, que se plantea como un espacio multifuncional, un nexo de unión entre los otro cuatro edificios --Harinera, Música, Juventud e Infancia-- donde estarán los servicios y áreas comunes, las zonas de paso y tránsito, y que ejercería como colector de energía solar, que la distribuiría en invierno y la disipará en verano, mejorando la eficiencia energética.
Estrategia energética
Todo el diseño cuenta con estrategias de eficiencia energética y sostenibilidad enfocadas en su arquitectura desde un punto de vista holístico e integral contemplando medidas activas y pasivas para reducir los consumos y producir energía, ha precisado el Consistorio.
Así, se prestará atención a todos aquellos sellos y certificaciones del proceso encaminados al Nearly Zero Energy Building y a la reducción de la huella de carbono, algo que se pretende tanto con los materiales, como con la eficacia envolvente en sus aislamientos de muros y cubiertas, las ventanas y acristalamientos eficientes y el efecto invernadero acumulador/disipador del calor.
La tecnología LED en los equipos de iluminación, la climatización y la gestión de residuos marcarían parte de las estrategias, que se completaría con placas fotovoltaicas y molinos de eje vertical que permitan generar una comunidad energética de autoconsumo y venta de excedente de energía.
Asimismo, la propuesta de rehabilitación de la antigua Harinera del Ebro de Casetas cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y aplicará también fases de cohesión social y participación.
En principio, se plantea una fase de investigación --recorridos, contactos, identidad gráfica, mapeados, información histórica--, otra fase de escucha --participación, red de mediadores, oficina permanente, seguimiento e información--; una tercera de conversación --debate, city kitchen, comunicación en redes, eventos, encuentros técnicos y ciudadanos--; y una última de seguimiento --acción performativa, evolución, archivo permanente--.