La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha lamentado este miércoles que un grupo de personas haya protestado durante el acto de recuerdo y homenaje a las víctimas del atentado del 17 de agosto de 2017 en La Rambla y Cambrils (Tarragona) en el quinto aniversario: «Me parece una profunda falta de respeto».
«Me parece una profunda falta de respeto que en un acto que está protagonizado por las víctimas, que es un acto de pésame y que está centrado en hacer un minuto de silencio, ni siquiera este minuto sea respetado», ha reiterado en declaraciones a los periodistas tras el acto.
Colau, que ha expresado su solidaridad y cariño hacia las víctimas, ha asegurado que la ciudad siempre las apoyará y ha lamentado que «un grupo reducido quisiera lanzar sus mensajes políticos en este momento».
«Evidentemente que toda la gente puede protestar, pero es evidente que hoy no era el lugar ni la forma ni el momento», por lo que ha reclamado una reflexión colectiva, especialmente de las personas que han protagonizado la protesta, que ha pedido que no se vuelva a repetir nunca más.
Ha explicado que ha podido hablar con las víctimas tras el acto y que «estaban bien molestas y que no entendían este comportamiento», y ha recordado que algunas de ellas acudían al acto desde Holanda, Alemania y Australia.
Ha insistido en que el protagonismo era para las víctimas y que por eso nunca han querido que el homenaje contara con parlamentos de los políticos: «Está absolutamente fuera de lugar que alguien vaya allí a hacer un acto de oportunismo o de boicot. Hay muchos otros momentos del día para hacer protestas».
Sobre borràs
Preguntada por el hecho de la expresidenta del Parlament Laura Borràs se haya acercado a saludar a las personas que protestaban, ha respondido: «Si hay cargos institucionales que han ido a animar este tipo de protesta y boicot creo que se retratan por sí solos y no es el comportamiento que se espera de ellos».
Ha añadido que estos comportamientos no representan a la mayoría de la ciudad, puesto que considera que Barcelona «se siente representada por esa oleada de solidaridad y de empatía que pocas horas después del atentado se volcó en las calles y que tenía muy claro que lo más importante eran las víctimas».