Los taxistas andaluces han reconocido que, en la actualidad, se producen algunos roces con la gente que «se resiste a llevar las mascarilla» como medida de contención de la Covid-19 y se han mostrado partidarios tanto de seguir con ellas más tiempo como de hacer «más eficientes los recorridos» para enfrentarse a la subida del precio del combustible.
Así lo ha reseñado el vicepresidente de la Unión de Asociaciones de Taxistas Andaluces (UATA), Pepe Hoyo, en declaraciones a Europa Press, en las que ha insistido en que «todavía hay gente que se resiste» a llevarla puesta, lo cual está favoreciendo a que haya roces «hasta el extremo de que ha habido socios que en un día no han dejado subir al taxi a cinco o seis personas».
Hoyo, que ha resaltado que en la actualidad «aún hay muchos vehículos con mamparas de seguridad», también ha apuntado que «los compañeros quieren que se pongan la mascarilla» cuando se suben a un sitio «tan reducido como un taxi, como indica la legislación». Por ello, los taxistas son partidarios de que se mantengan las mascarillas en este servicio, lo cual «no sería malo».
Por su parte, a colación del alto precio de la gasolina, el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), Miguel Ruano, ha expresado que la adaptación del gremio de los taxistas al precio del combustible va «en función de la población» y que «evidentemente» la Costa del Sol, la de Cádiz, Almería o Granada están «en la época más alta» en cuanto a nivel de trabajo.
Además, y dado que no existe una manera concreta de combatir el precio de la gasolina, ha añadido que en estos casos se pueden «reducir los recorridos en vacío» que tienen algunos taxistas, ya que «unos trabajan de una manera u otra».
«Hay quien va de parada en parada, lo cual ya se hacía antes de esta situación del combustible, y otros que son más 'correcaminos', es decir, que van sin parar en ningún sitio, buscando alguien que les pare levantando la mano o algún servicio precontratado a nivel de centrales de llamada», ha apuntado Ruano sobre los distintos trabajadores del taxi, a quienes ha instado a «reducir los kilómetros en vacío», pues de esta forma se trata de gastar «el menor combustible posible».
El presidente de la FAAT, que ve complicado mover poco el coche por significar «bajos ingresos», ha recalcado que «no es de profesionales» llenar solo una parte del depósito y que un taxista «tiene que llenar el depósito al precio que esté». De hecho, ha aclarado que no llenar el tanque «no reduce el consumo», ya que «hace que vayas más veces a las gasolineras».
En este sentido, Ruano ha focalizado su discurso en «ser coherentes» con los recorridos, así como «eficientes» en los kilómetros que se conducen. Para ello, ha explicado que los sistemas de centrales de llamada ayudan «a moverse con sentido» y a dar «rentabilidad en sus desplazamientos», puesto que dan información de los taxis que hay en cada zona.
Ha recordado la necesidad de ser eficientes por la dificultad que está habiendo «para tener más rentabilidad» y, por tanto, para seguir «desarrollando la actividad». De hecho, ha incidido en que «estamos en proceso de acogernos a la segunda ayuda al combustible», un acuerdo del gobierno de los taxistas con las patronales del transporte tras la huelga de los transportistas. "Son 300 euros que, mínimamente, van a paliar en algo los costes del combustible, aunque evidentemente no son suficientes.
Un verano "muy diferente" en cada provincia
En otro orden, los taxistas han esgrimido que el verano está siendo «muy diferente» según la provincia. Para más señas, han hecho distinción entre las provincias de interior, como Jaén, Córdoba o Sevilla, en donde el verano está siendo «la época más baja del año por razones obvias»; y las de costa, donde, «evidentemente», están en su punto «más álgido» de trabajo, como está pasando en Málaga capital, con la feria que se está celebrando en estos días"
Ruano ha manifestado que el crecimiento de trabajo, en general, se lleva notando desde los primeros meses del año, aunque en las provincias de interior «por motivos obvios estemos en momentos bajos, si bien existen regulaciones que nos permiten subsistir».