El Ayuntamiento de Bilbao medirá durante Aste Nagusia los límites acústicos de los conciertos y su repercusión en las viviendas colindantes, y controlará el sonido en las barracas instaladas en el Parque Etxebarria.
Según ha precisado este martes la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, durante la presentación del operativo especial de movilidad, salud y consumo, que el Consistorio pondrá en marcha durante los días de fiestas de la villa, el Consistorio desplegará un operativo para controlar que los equipos de sonido de las txosnas y de los locales de hostelería «cumplan las ordenanzas vigentes en materia de contaminación acústica».
«Se continuará incidiendo en la línea marcada en ediciones anteriores, teniendo en cuenta las distintas zonas y los niveles establecidos para las mismas», ha señalado la edil.
De este modo, además de la presencia de inspectores de Medio Ambiente a pie de calle, se establecerá «un sistema centralizado de programación y control de sonido», compuesto por unos aparatos limitadores de volumen, que estarán conectados a un ordenador central en las dependencias municipales de Medio Ambiente, «desde donde se velará para que se ajusten a los niveles establecidos».
«Bilbao se divide en tres zonas, cada zona tiene unos parámetros a cumplir, y es lo que controlaremos desde el área de Medio Ambiente», ha señalado.
"experiencia piloto"
Además, ha asegurado que «como experiencia piloto», Bilbao controlará en sus fiestas los límites acústicos en «grandes eventos», como los conciertos de Abandoibarra o el Parque Europa, en los que, durante la actuaciones, se medirán «tanto el sonido in situ, como el que repercute en las fachadas de las viviendas colindantes».
«Para ello, se colocarán monitores de ruido, uno en la mesa de control y otros en las fachadas de las viviendas», ha explicado. También se controlará el espacio de las barracas del Parque Etxebarria y su entorno mediante un «limitador registrador por zonas».