Las obras de rehabilitación de los exteriores de la Plaza de Toros de Andorra se han iniciado hace unos días y estarán terminadas antes de las fiestas patronales, que se celebran a principios del mes de septiembre.
Desde el ayuntamiento se considera que se trata de una obra muy necesaria debido al estado de deterioro que presentaba este emblemático edificio. El presupuesto asciende a unos 27.000 euros.
El primer teniente alcalde y concejal de Industria, Empleo, Promoción y Contratación, Juan Ciércoles, ha asegurado que "se trata
de una actuación muy necesaria y en años posteriores esta infraestructura deberá someterse a más reformas para que, además de los festejos taurinos, pueda acoger otro tipo de actos".
Ciércoles ha apuntado que "se está trabajando en un proyecto para
hacer las adecuaciones necesarias para que la plaza de toros pueda acoger diferentes actos y no solo se haga uso de ella para la celebración de actos taurinos".
La plaza de toros se inauguró en el año 1966 y desde entonces se han estado realizando adecuaciones, el pasado año se repararon desperfectos del interior del coso taurino y este año se ha procedido a acometer la rehabilitación de la parte exterior.
Durante años se ha repintado la fachada exterior, pero las grietas y desperfectos que presentaba en las paredes propiciaban que esta pintura se deteriorara rápidamente y gran parte de la fachada carecía de pintura.
Las mejoras que se están acometiendo durante estos días consisten en el raspado de la pintura, posteriormente se realiza un chorreo con arena de sílice. Las diversas grietas que tenía la estructura se están grapando con mortero de fibra y se coloca sobre ellas una malla, para que no vuelvan a aparecer. Todos los desperfectos apreciables desde el exterior de la plaza se están luciendo con cemento de cal.
Una vez lucidas todas las paredes exteriores se procederá a dotarlas de una capa de imprimación de silicato y se dará una capa de pintura.