El portavoz de la Gestora AxSí en Jerez de la Frontera, Santiago Casal, ha subrayado «la urgente necesidad» de que el equipo de gobierno de Mamen Sánchez «optimice y modernice» de una vez por todas el servicio municipal de transporte urbano, toda vez que recuerda que esta situación «viene de largo» y que el actual gobierno socialista «no ha sido capaz de corregir las carencias» que ya estaban presentes durante la gestión del PP.
«Muchos son los errores que se han ido acumulando durante la última década y bastan un par de ejemplos para ilustrar esta realidad. En 2012 Pelayo optó por adquirir al Ayuntamiento de Madrid 21 autobuses ya usados que estaban en pésimas condiciones y se averiaban de manera habitual, alguno de ellos aún se da vueltas por la ciudad», ha señalado.
Y ha indicado que «la cosa tampoco mejoró mucho» con Mamen Sánchez, que en 2019 «compró en Turquía nueve autobuses defectuosos a los que se les ha dado un uso apenas testimonial. Sin ir más lejos, uno de estos autobuses turcos fue el que salio ardiendo el pasado 17 e marzo de 2020 en la Rotonda de los Casinos. Sin duda los jerezanos y jerezanas no se merecen que su Ayuntamiento racanee comprando autobuses viejos o averiados. La ciudad necesita una flota de vehículos moderna y segura para ofrecer un servicio de transporte urbano acorde a sus necesidades», señala el portavoz.
Por otro lado, desde AxSí se condena la «falta» de marquesinas en muchas paradas de autobús y el «lamentable» estado que presentan la mayor parte de las que sí permanecen, y critica que «también es habitual la ausencia en las paradas de paneles de información sobre los recorridos y horarios del servicio».
«Basta con echar un vistazo a algunas de estas paradas para comprobar que en ocasiones el servicio municipal de transporte urbano roza lo tercermundista, y eso no es una buena carta de presentación que ofrecer a aquellos que nos visitan. Exigimos que el gobierno local aporte soluciones al respecto y que actúe con urgencia para modernizar y optimizar el servicio de autobuses urbanos. No puede ser que la alcaldesa socialista mire para otro lado», concluye Casal.