Los campings de Andalucía señalan que este verano «está siendo bastante bueno» y que se han recuperado los números de 2019 --año previo a la pandemia de coronavirus-- en cuanto a las pernoctaciones, con la diferencia de que, aunque hay menos público extranjero, «hay más andaluces que nunca».
Así lo ha indicado el presidente de la Federación Andaluza de Campings, Francisco Rodríguez, en declaraciones a Europa Press, en las que ha incidido en que «al contrario de lo que se podría pensar», este verano «tan caluroso» ha afectado «de forma positiva al sector», ya que con estas temperaturas el cliente prefiere «estar en un sitio abierto».
Además, ha subrayado que «se está recuperando el público extranjero y, sobre todo, el francés», aunque «con el resto de nacionalidades está costando algo más». «Tenemos la suerte de tener clientes nacionales que se están incorporando al camping y mucho público de cercanías, que contribuyen a que la ocupación sea buena», ha agregado.
Respecto a la división de la clientela entre las zonas de interior y las zonas de playa, asegura que «siempre es más atractiva la zona de playa, eso es indiscutible». En cuanto a los de interior, suelen tener «más éxito» aquellos que «están capacitados para hacer actividades con niños».
«Las playas, por su clima, están rozando el 90% de ocupación, pero en el interior está costando más y de media se sitúa en torno al 70%, lo que está bien para como hemos estado en los últimos años», ha agregado.
En relación a los tipos de clientes que reciben, el presidente de la federación considera que «son muy diversos». «En verano, las familias son lo que prima y lo que hace posible que el terreno esté completo», ha resaltado.
Sin embargo, «cuando se va el calor», Francisco Rodríguez ha explicado que el que predomina es «el cliente europeo», un perfil «más ligado al jubilado» que tiene que «pagar altos costes de calefacción en su país y opta por estar aquí, de forma más económica y al aire libre».
Sobre las formas de pernoctar de los clientes, ha apuntado a «un repunte de autocaravanas y furgonetas camperizadas en los últimos años», pero que el sistema que actualmente predomina «es el de las tiendas de campaña, de la mano de muchas familias jóvenes que están descubriendo el mundo del camping».
Además, ha destacado que la temporada estival «es clave» y que hay campings «que si no fuera por los meses de verano tendrían que cerrar directamente». No obstante, ha detallado que también van a tener un «buen invierno» debido a la subida de los costes energéticos, que «provocará que muchos clientes centroeuropeos quieran venir al sur y no tengan que pagar precios elevados en sus respectivos países».
Una subida de costes energéticos que también ha afectado en cierta medida al sector del camping, aunque el presidente asegura que «no puede repercutir su rentabilidad directamente a ese aumento», para añadir que el problema está en «la rentabilidad de los establecimientos» como hostelería y supermercados.
En este sentido, ha explicado que tienen «un nivel de consumo aceptable», aunque «menor» al de otros años, y ha puesto el ejemplo de que «una mesa que antes podía salir a 30 euros por persona, ahora ronda los 15 o 20».
Por último, ha resaltado que «la ocupación es buena y en algunos casos hemos subido un poco el precio, pero como los gastos se han disparado mucho más que los ingresos la cuenta de resultados va a ser inferior». No obstante, ha puntualizado que están «bastante contentos en general por cómo va la temporada». Además, ha subrayado que los campings «están mejorando» y que van a tratar de ofrecer «el máximo confort y servicios a sus clientes».