La Policía Local de Zaragoza va a llevar a cabo a partir del lunes 8 de agosto, y hasta el domingo, 14, una campaña especial de vigilancia y control de alcohol y drogas en la conducción. Se suma de esta forma a esta iniciativa promovida por la Dirección General de Tráfico.
El Consistorio de la capital aragonesa ha explicado en una nota de prensa que el alcohol está presente en un tercio de los accidentes mortales que se producen como factor concurrente o desencadenante.
Conducir bajos sus efectos multiplica, dependiendo de la tasa, entre 2 y 15 veces el riesgo de sufrir un accidente y, además, está vinculado con lesiones más graves ya que a medida que la concentración de alcohol en la sangre aumenta en el conductor, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa.
Conducir con una tasa de alcohol superior a la establecida o con presencia de drogas en el organismo constituye una infracción administrativa muy grave con sanciones de hasta mil euros y retirada de cuatro a seis puntos del permiso de conducir.
Esa conducta pasa a ser delito cuando la tasa de alcohol en aire espirado supera los 0,60 miligramos por litro o los 1,2 gramos por litro en alcohol en sangre o cuando se conduce un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas.
En este caso, el conductor se enfrenta a penas de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o a trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 noventa días, además de la retirada del carnet de uno a cuatro años.
La única tasa segura
El Ayuntamiento de Zaragoza ha indicado que el alcohol no solo provoca una mayor siniestralidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.
Actualmente, la ingesta de alcohol representa la segunda causa de accidentes, solo por detrás del exceso de velocidad. Por eso, la única tasa de alcoholemia segura es 0,0 por ciento, ya que incluso las tasas situadas dentro de los márgenes legales permitidos incrementan el riesgo de sufrir un accidente.
Aparte del alcohol, algunas personas conducen tras haber consumido sustancias psicoactivas --drogas de abuso--, que pueden afectar la capacidad para una conducción segura. El consumo simultáneo de sustancias, que se ha demostrado como un comportamiento de extremo riesgo vial, es comparativamente frecuente en España.
El cannabis (THC), la cocaína, las anfetaminas y las metanfetaminas son las sustancias que más se detectan. El alcohol y las drogas también suponen un riesgo para los peatones, como usuarios de la vía que conviven con diferentes vehículos ya que su ingesta genera menor percepción o percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión y mayor asunción de riesgos.