El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha calificado de «vergonzoso e insultante» que Confebask apele a la moderación salarial y no acepte subir el IPC, por lo que, tras advertirle que «predica en el desierto» al defender un pacto de rentas «equilibrado», ha pedido al Gobierno Vasco que llame a la patronal vasca a la «responsabilidad» mientras que la suya es «activar huelgas» para evitar el «empobrecimiento» de los trabajadores.
En una entrevista a Europa Press, Lakuntza ha calificado, además, de «muy mala noticia» que LAB haya decidido volver a los órganos institucionales de participación y cree que hace «seguidismo» de EH Bildu que está «en una línea de homologación institucional».
Lakuntza ha denunciado que hay «una decisión de las patronales vascas por bloquear la negociación colectiva» y «ponerlo difícil» para llegar a acuerdos y, además, hay «falta de unos mínimos democráticos», como se ha visto en el conflicto de las residencias de Gipuzkoa, donde se ha firmado el acuerdo con UGT solo con un 7% de representación.
El dirigente de ELA ha criticado que Confebask, con motivo de su Consejo General, volviera a una «retórica ya conocida y a las tonterías de que todos están en el mismo barco».
El líder sindical ha indicado que el mensaje de Confebask es que los trabajadores «voluntariamente acepten ser más pobres como efecto de la inflación, que renuncien a la defensa de sus salarios» y eso es «vergonzoso e insultante».
A su juicio, es «inaceptable» que diga que no es posible subir el IPC porque está «mintiendo» y está «ocultando que las empresas vascas están teniendo beneficios históricos» y ganando «más que nunca».
Por ello, cree que las instituciones públicas deberían llamar a la patronal, «a qué reflexione y a que revise su posición con respecto a este bloqueo». En su opinión, el Gobierno vasco y las diputaciones deberían «señalar a la patronal» y exigirle «responsabilidad». «Deberían referirse a la patronal para que modifiquen, sobre todo, su posición de bloqueo en la negociación colectiva y faciliten la llegada de acuerdos», ha dicho.
Lakuntza considera que, cuando Confebask plantea llegar a un pacto de rentas equilibrado, el «único equilibrio» que les vale es que se renuncie a las subidas salariales y ha asegurado que la patronal «predica en el desierto» con esta propuesta.
Ante el planteamiento de Confebask de que algunas reivindicaciones salariales pueden comprometer el futuro de algunas actividades, Lakuntza ha asegurado que es «una sarta de mentiras» porque «lo que compromete el futuro del conjunto de la sociedad son los beneficios indecentes de muchas empresas», entre las que ha citado a Repsol o Iberdrola.
También ha hecho alusión al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y a sus apelaciones a «abandonar las huelgas y capear el temporal». «Mientras el Gobierno no hace nada ni su Diputación, lo único que nos queda es la negociación colectiva y la huelga», ha añadido Lakuntza, que considera que «hay que tener mucha cara para decir esto» y no hacer mención a los «beneficios» de grandes empresas.
Según ha indicado, la experiencia les dice que los buenos acuerdos que se van logrando es gracias a la huelga porque, «sin presión, la patronal no responde».
Activar huelgas
Lakuntza ha manifestado que su responsabilidad es «activar a la clase trabajadora y las huelgas» para conseguir «buenos acuerdos». Según ha añadido, es «indispensable» ligar los salarios a la inflación porque, si no hacen esa defensa, lo que «viene es un empobrecimiento generalizado de toda la sociedad». Por lo tanto, para ELA «la línea roja es el IPC».
El líder de ELA ha asegurado, en todo caso, que, a día de hoy, no está «pensando en una huelga general», pero otra cosa será «el transcurso de los hechos» y ha agregado que «uno nunca puede sacar de su agenda una herramienta indispensable como la huelga».
En su opinión, la solución para impedir el «empobrecimiento de la población», tiene que venir, además de por defender los salarios, por poner «límite a algunos precios» como los combustibles, la electricidad o productos de alimentación básicos y el reparto de beneficios a través de una reforma fiscal en la dirección que ha puesto en marcha Pedro Sánchez pero «con un ambición mucho mayor».
Al margen de estas medidas y, teniendo en cuenta la transición energética, también se deberá cambiar el modelo productivo y ello requiere inversión pública y, desde ELA, no ven «ni plan ni inversión pública» porque, para ello, «hay que cambiar la política fiscal y esa es la línea roja del Gobierno de Navarra y de Euskadi» porque «no quieren confrontar con aquellos que más tienen».
«Cualquier medida que incomode mínimamente a las empresas, en este caso, energéticas o a la banca, eso es un problema para el PNV porque, en estas cuestiones, el PNV siempre se coloca en la misma línea que se coloca PP, Cs y Vox», ha manifestado.
Ante las medidas anunciadas por Diputaciones y Gobierno vasco para frenar la inflación, cree que «son un fraude a la sociedad» porque se «niegan a subir los impuestos a los beneficios empresariales y al capital, y no se plantean de ninguna manera un impuesto sobre los beneficios 'caídos del cielo' a las empresas energéticas y a la banca». Además, cree que la deflactación de la tarifa del IRPF llega «tarde» y es «insuficiente», mientras que la deducción de 200 euros, «escasa».
«Aquí se quiere aplicar la excepción vasca: una especie de oasis donde esas empresas no solo no paguen más impuestos, sino que les da un tratamiento privilegiado totalmente inaceptable», ha dicho.
Relación lab
Por otra parte, sobre las relaciones con LAB, reconoce que «las cosas no están bien» y, tras recordar que este sindicato dijo que la alianza estratégica con ELA «ya no era una opción», ha asegurado que la decisión de LAB de volver a la participación institucional en algunos órganos es una «muy mala noticia».
Según ha subrayado, está claro que LAB «no está buscando una estrategia de unidad y de trabajo» con ELA. «Esa opción estratégica de la mayoría sindical vasca ya no es una opción para LAB», ha agregado.
Lakuntza ha mostrado su preocupación por esa postura porque lo que se denominaba la mayoría sindical vasca, conformada por ELA y LAB, entre otros, tenía un modelo sindical propio, «diferente» al del Estado que apostaba por el contrapoder y entendía que la "deslegitimación de los órganos institucionales que servían solo a la patronal eran una seña de identidad.
A su juicio, con esta decisión, LAB «toma la dirección contraria» porque era un modelo «alternativo» al de CCOO y UGT y ahora «sale de esa lógica».
«Esos órganos no han cambiado, quién ha cambiado es LAB», ha añadido Lakuntza que ha indicado que han sido muy críticos con estos órganos porque «solo servían a la patronal» y eran mesas «donde no se tomaba ninguna decisión, no había ningún tipo de equilibrio y el Gobierno respaldaba a la patronal».
Lakuntza cree que no tiene explicación «desde la lógica sindical», sino que tiene una explicación desde la política institucional y desde «el seguidismo a EH Bildu», que está «en una línea de homologación institucional» y está intentando un «acercamiento a un espacio político que puede ser el del PSE-EE y Podemos». «Se pretende que LAB juegue un papel en ese espacio», ha asegurado.
Por otro lado, ha señalado que lo ocurrido en Mercedes en la negociación del convenio ha sido «una auténtica vergüenza» y ha denunciado la «presión y el chantaje» a la que se sometió a la plantilla.
Respecto a la situación de Euskaltel, tras la fusión de Orange y MásMóvil, cree que es la «crónica de un despropósito tremendo» y que ilustra la política industrial del Gobierno que es «hacer la ola a las multinacionales» y la «inacción».