Barcelona ha registrado un descenso de su población por segundo año consecutivo, con 1.639.981 personas empadronadas en la ciudad a 1 de enero de 2022, un 1,2% menos que el año anterior.
Lo ha explicado la responsable del departamento de Estadística y Difusión de Datos --adscrito a la Oficina Municipal de Dades (OMD) del Ayuntamiento de Barcelona--, María Jesús Calvo, que ha presentado las cifras de población residente en Barcelona obtenidas de la lectura del padrón municipal de habitantes.
A pesar de este descenso, el número de residentes es el cuarto valor más alto de las tres últimas décadas, y solo se sitúa por detrás de los valores alcanzados en el trienio 2019-2021.
La disminución de la población está vinculada al repunte de la mortalidad de la pandemia de la Covid-19 --aunque es «significativamente inferior» a la del 2020--, pero sobre todo al saldo migratorio y administrativo, que en conjunto resta 16.000 personas.
El total de nacimientos en 2021 es de 11.510, el más bajo en la ciudad desde el año 1939, en plena Guerra Civil, y la edad media de la población se desplaza al alza y se sitúa en «máximos históricos», con 44,2 años.
El número de personas centenarias en la ciudad también aumenta (un 7,8%) y alcanza el máximo histórico de 931 personas, el 83% de las cuales son mujeres.
Formación superior
Sigue ampliándose el nivel formativo de la población: un 34,6% de las personas de 16 y más años tiene titulación universitaria o un ciclo formativo de grado superior.
Los nombres más elegidos continúan siendo Sofia, Emma, Martina, Olívia y Júlia para niña y Pol, Mateo, Marc, Bruno y Èric o Eric para niño.
Por tercer año consecutivo hay más gente empadronada en la ciudad que no ha nacido en Barcelona que la que sí, y el perfil mayoritario de persona inmigrante corresponde a un joven o adulto joven que ha nacido en el extranjero.
Un 18,3% de las altas por inmigración son de personas nacidas en el resto de Catalunya, un 8,4% en el resto de España y el 73,3% en el extranjero.
Casi 210.000 domicilios son unipersonales, un 31,6% del total, y en el 77,5% de los domicilios no vive ninguna persona que sea menor de edad.