La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha destacado que Euskadi lleva «40 años de eficiencia energética» y ha apostado por «ser ambiciosos» en esta materia e «ir a máximos» en cuanto al ahorro energético, pero «cada uno desde sus posibilidades», priorizando «escuchar» a los sectores y atender a «casos particulares», en vez de recurrir directamente a las sanciones.
Tapia ha realizado estas declaraciones en la EDAR del Oria Medio en Aduna (Gipuzkoa) donde ha presentado los nuevos instrumentos de gestión del agua del Ejecutivo Vasco para el periodo 2022-2027: el plan hidrológico, el plan de gestión de inundaciones y el primer plan especial de sequías de Euskadi.
Preguntada por los medios sobre el Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización para reducir el consumo de energía en edificios administrativos, recintos públicos y comercios y facilitar el cumplimiento de los compromisos europeos derivados del conflicto en Ucrania aprobado por el Gobierno central, la consejera ha destacado que «Euskadi ha sido y seguirá siendo ejemplar en su apuesta por la eficiencia energética».
En este sentido, ha opinado que en el Gobierno Vasco no ven «oportuno aplicar la misma medida a todos los colectivos y situaciones al mismo tiempo». Además, ha abogado, tras el contraste realizado con el Grupo de Sostenibilidad Energética de Euskadi el pasado viernes, por ser «ambiciosos» e ir «a máximos» en cuanto a ahorro energético pero «cada uno desde sus posibilidades».
La consejera ha puesto en valor que Euskadi ha conseguido producir lo mismo que hace 40 años «con un 50% menos de energía», gracias a «medidas a largo plazo». Tras reconocer que hay que lograr «ser más eficientes, consumir menos energía, descarbonizar la economía y ser más rápidos y ágiles» en ello, ha puesto en valor la «concienciación» de la ciudadanía vasca sobre esta cuestión.
Tapia ha incidido en que hay «tener en cuenta» todas las medidas pero también «escuchar las necesidades» de los diversos sectores, como, por ejemplo, el de la hostelería, que «ha sufrido mucho» durante la pandemia de Covid-19.
Sanciones
Al respecto, ha abogado por «no ir vía sanciones», sino atender a los «casos particulares». «Si hemos podido reducir un 50% las necesidades energéticas sin sanciones podemos hacerlo», ha incidido, para subrayar, una vez más, que es necesario «escuchar y ser suficientemente flexibles».
En este contexto, se ha referido también, por ejemplo, a la medida relativa a reducir la iluminación de monumentos y edificios públicos y a la necesidad de hacerla compatible con «una iluminación que garantice la seguridad en las calles» y que también «permita ahorrar».
Finalmente, ha reiterado que la Administración vasca ha sido «ejemplar» en materia de eficiencia energética y tiene «voluntad» de seguir trabajando en ello.