Confebask ha defendido la moderación salarial y un pacto de rentas equilibrado y ha pedido a los sindicatos evitar la confrontración porque ya hay empresas que trabajan a pérdidas y, aunque están "aguantando, la rápida reducción de los márgenes y con ello la rentabilidad, amenazan su viabilidad a corto y medio plazo". En este contexto, ha rebajado la previsión de crecimiento para este año del 5,9% a entre un 3,5 y un 4%
Estas manifestaciones han sido realizadas por la presidenta de Confebask, Isabel Busto, tras el Consejo General de la patronal vasca en la que se ha confirmado su mandato hasta 2023, ya que Eduardo Zubiaurre, al que sustituyó debido a su baja laboral, no retomará esta responsabilidad, pese a estar ya más recuperado y al que ha mostrado su reconocimiento.
Busto ha analizado la actual coyuntura económica en la que la guerra en Ucrania y la crisis energética y de precios "han trastocado todos los escenarios previstos" y se afronta una "incertidumbre radical".
Además, se une un alza de precios "no vistos desde hace 40 años" y el aumento de los costes en general para las empresas y la consiguiente reducción de los márgenes empresariales, que suponen "una grave amenaza para el tejido productivo".
En relación a la crisis energética, ha advertido de que la amenaza de un corte total de gas a Europa en el próximo invierno, además de "encarecer aún más" los precios de la energía, supondría "un grave riesgo para la garantía de abastecimiento y para el crecimiento económico".
Busto ha afirmado que el "atasco" en la cadena de suministros y la falta de materias primas ha provocado un "alza de precios histórica y generalizada que, es la mayor amenaza para la economía".
Viabilidad
En Euskadi, ha indicado que se afronta lo que queda de año "con muchas incógnitas" y la sensación de que este próximo otoño será "clave". En este sentido, ha apuntado que las encuestas que realizan Adegi, Cebek y Sea indican que, todavía, las empresas "están aguantando, pero que la rápida reducción de los márgenes y con ello la rentabilidad, amenazan su viabilidad a corto y medio plazo".
En concreto, en torno al 95% de las empresas vascas sufre una disminución de sus márgenes superior al 10% debido al alza generalizada de los costes de la energía, las materias primas y el transporte.
"Aunque el nivel de actividad es alto, muchas empresas trabajan sin rentabilidad y algunas a pérdidas. La situación es similar en todos los sectores de actividad y tamaños de empresa: desde autónomos a grandes compañías, pasando por todo tipo de pymes y negocios", ha agregado.
Busto ha manifestado que, a pesar de la constatación de este "cambio drástico y preocupante" del escenario económico, algunos agentes sociales "no son sensibles a la actual situación" y "utilizan el enfrentamiento y el conflicto a pesar de las enormes dificultades por las que se atraviesa", lo que es un "factor añadido de preocupación".
"Es un hecho contrastado que no hay ningún otro país ni región de nuestro entorno donde la conflictividad sindical alcance los niveles de Euskadi, lo que supone una carga añadida a la hora de hacer frente y encontrar una salida a las crisis", ha dicho.
Así, ha indicado que, a pesar de todo ello, las empresas vascas manifiestan "su deseo mayoritario de preservar el empleo", y que eso "es la prueba del compromiso de la empresa vasca con la sociedad".
A pesar de este escenario, cree que Euskadi podrá registrar un crecimiento económico este año, pero no del 5,9% como estimaron en diciembre del año pasado, sino en una horquilla de entre el 3,5% y 4%, "siempre y cuando en invierno no se produzca la falta de suministro de gas desde Rusia a Europa y que la inflación no siga batiendo récords".
A su juicio, se está ante un "desconocido y exigente escenario" económico que "obliga a reaccionar como sociedad y como país". "Un nuevo escenario que nos retrotrae a la década de los 70, la de la crisis del petróleo y niveles de inflación sin precedentes en las economías desarrolladas", ha indicado.
En primer lugar, según ha destacado, a las empresas, priorizando la reinversión de beneficios, cuando los haya, con el fin de preservar las inversiones estratégicas.
Moderación salarial
En segundo lugar, a los trabajadores, que cree que deben adaptar "su histórica reivindicación de no perder nada del poder adquisitivo de su salario", entendiendo que, en este momento, "es necesaria una moderación salarial".
Además, a su juicio, las administraciones deben destinar parte de la recaudación extraordinaria que la inflación genera "a apoyar a familias y empresas más vulnerables".
Así, ha asegurado que se necesita "reforzar la colaboración público-privada" y que es preciso "aparcar las reivindicaciones e izar la bandera del compromiso y esfuerzo, tanto colectivo como individual".
Según ha apuntado, "la situación no es buena" y, en este contexto de "enormes dificultades" para las personas y para las empresas, se hace "vital llegar a pactos de rentas equilibrados entre ambas partes para lograr que el esfuerzo sea compartido", en referencia a acuerdos entre empresas y trabajadores y a rentas de beneficios y salariales para buscar un equilibrio y "recuperar la mayor parte posible de poder adquisitivo perco con la viabilidad de la empresa asegurada".
En ese sentido, ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que entiendan que todos están "en el mismo barco" y que hay que "remar juntos y es momento para llegar a acuerdos". "La confrontación no es el camino", ha añadido.
Además, ha manifestado que, lamentablemente, algunas de las reivindicaciones sindicales planteadas en diferentes empresas y sectores, pueden "comprometer seriamente el futuro de actividades con un gran peso en la economía, y consecuentemente, el progreso social y de país". Por ello, cree que es "el momento de apelar a la responsabilidad de todos".
Pese al contexto, cree que no hay que renunciar a las inversiones previstas en digitalización y transición energética, que deben quedar "al margen de ajustes y recortes".
Por otra parte, ha defendido que una de las preocupaciones recurrentes de las empresas es la falta de personal cualificado y que, hoy en día, entre el 80% y el 90% de las empresas manifiestan tener dificultades en este sentido y serán "crecientes".
Busto ha afirmado que valoran las medidas aprobadas para aumentar la natalidad en Euskadi, pero, desde la perspectiva económica y del mercado de trabajo en los próximos años, ven necesario complementarlas "con una estrategia clara, consensuada y firme de política de 'inmigración económica', que permita cubrir el descenso previsto de la población en edad laboral en los próximos años y décadas".
En concreto, el director general de Confebask, Eduardo Arechaga, ha defendido que vaya más allá de "una inmigración moral, ética o de asistencia en las crisis", y cree que hay que empezar a diseñar una estrategia en este ámbito "y empezar a traer gente de fuera".
Por otra parte, ha manifestado que afrontar todos estos retos, "necesarios para que Euskadi siga siendo competitiva, va a requerir, además, la adecuación de la cultura y el estilo de liderazgo de las empresas y organizaciones". A su juicio, se debe interiorizar que la empresa es un proyecto compartido.
Por último, ha manifestado que la situación actual exige un mensaje de confianza en el futuro porque Euskadi es un "país resiliente"
y volverá a superar el actual "momento de dificultad". "Es cierto que estamos cansados, pero no estamos rendidos", ha apuntado Busto que cree que el liderazgo y responsabilidad de las empresas vascas serán "primordiales" y están dispuestas "a arrimar el hombro y a comprometerse por un futuro de prosperidad económica y social del país".