Ha sido una fiesta de Navidad azul, ya sabrán por qué, pero hay que comenzar de alguna manera la que para nosotros es la crónica más importante del año, sin ninguna duda, pues les hemos de mostrar y contar y les hemos de hacer vivir con nosotros todo, absolutamente todo, lo que vivimos y sentimos durante la fiesta Navidad entre Amigos, en la noche del pasado día 30 de noviembre en la possessió de Son Termes, el lugar más mágico del mundo para Entre Amigos, pues en sus salas elegantes y llenas de historia hemos sido muy felices en tres ocasiones únicas que, como poco, nos han llenado el espíritu y nos han emborrachado de felicidad.
Al menos el espíritu de estas páginas dominicales que se hacen entre amigos y que se nutren de ellos para contarles la parte más amable de la vida, aquella que sirve para alejarnos de la realidad cotidiana, con sus problemas y angustias, luchas y sufrimientos. Nada de esto cabe en Entre Amigos por una razón, porque los tenemos muy presentes, sabemos que los que sufren necesitan una distracción más que nadie, y que los que se la propiciamos con sentido de la responsabilidad estamos ayudando a que la vida sea más bonita para muchos, y si no que al menos lo parezca, que no es poco.
No es casual que desde su primera edición Navidad Entre Amigos sea una gala de lujo, pero también benéfica, pues esa es su esencia, la misma que nos guía cada domingo cuando damos a conocer el trabajo de un artista, acudimos a la inauguración de un negocio sin pedir nada a cuenta o les mostramos con ilusión la boda de algún amigo o conocido, pues les apetece compartirla como el día más importante de sus vidas en lo que no deja de ser un acto más de generosidad.
Compartir lo bueno de nuestra vida, lo bonito que nos ocurre a diario, es en sí un acto de generosidad y en el caso de Mallorca, hasta hace poco tan cerril hacia otros mundos y otras realidades, es también un acto de rebeldía, un acto valiente que demuestra nuestro inconformismo y la esencia misma de estas páginas que encierran mucho más de lo que muchos imaginan. Tras cada foto, cada nombre o cada palabra y adjetivo hay un ejercicio de amor a la gente que hace cosas por los demás o para que los demás seamos mejores en nuestro día a día. Aquí no valen envidias, ni caben incompetencias y no toleramos esnobismos de clase tan pasados de moda por otra parte. Y a nosotros nos encanta la moda y los que saben disfrutarla y no sufrirla.
Lo que nos define es un gracias enorme a todos nuestros amigos que nos acompañaron y demostraron que lo son de verdad viniendo de muchas partes de Europa para bailar un rato entre nosotros, un gracias infinito a los que fueron nuestros principales patrocinadores y un gracias todavía más grande a los organizadores de la Tercera Edición de Navidad Entre Amigos, a Carmen Zaforteza Dameto y su familia de Son Termes, con todos sus empleados dándolo todo durante días para que el evento saliera perfecto y no faltara de nada y a las personas que junto con Carmen y sus padres entregaron su alma, su espíritu y su magia para que la fiesta saliera como salió y viviéramos una noche mágica en toda la extensión de la palabra y con la literalidad que lo leen. ¡Todavía estoy en un sueño del que me niego a despertar! Seguiremos en él si siguen leyendo y me acompañan de la mano en el recorrido que empieza justo aquí.
Magia. Desde siempre la Navidad ha sido el periodo preferido por los niños y casi todos guardamos de las de nuestra infancia los recuerdos más tiernos y quizás por eso cuando llegan estas fechas los sacamos a relucir de nuevo para revivirlos con la misma ilusión que cuando éramos solo infantes de seis u ocho años, aunque en mi caso todavía dura, no se me ha pasado. Recuerden cómo brillaban de fuerte los árboles que ponían en el salón de casa sus padres o abuelos, lo mágica que era la cabalgata de Reyes y lo que impresionaban esas carrozas reales tan irreales y el cosquilleo que esos días de vacaciones nos producían en el estómago. La ilusión de ver la casa distinta, con una decoración en ocasiones absurda, pues nada hay más ostentoso que un trozo de espumillón o una bola de cristal brillando en un centro con velas rojas, las mesas dispuestas para los interminables almuerzos, las bromas que se repetían año tras año y la entrega total de madres, abuelas y tías para que todo resultara perfecto.
La Nit de Nadal en Maitines escuchando la Sibil.la como preludio de unos días mágicos que también servían para acordarnos de los que ya no estaban con nosotros o de los que queríamos y no podían estarlo porque lo estaban pasando mal por un motivo u otro. Con los años, el mundo se amplía y los que tenemos un poco de corazón descubrimos que somos unos privilegiados y que muchos, y más en estas fechas, nos necesitan y es por eso que en esta ocasión los beneficios de la gala van destinados a las ONG Amics de la Infància, que preside Carme Serra y que colabora con Llar del Temple, que acoge a niños desfavorecidos o con problemas familiares graves, pero también actúa en países como Bolivia y Perú, donde los niños viven la pobreza más extrema; y a Ángeles sin Alas Baleares, presidida por Susana Jordà, una asociación que mejora la calidad de vida de los niños que están hospitalizados en cuidados paliativos y a sus familiares. Van de la mano del Hospital Son Espases y la labor que realizan es extraordinaria.
Estas dos ONG son las verdaderas protagonistas de una noche que este año organizó de principio a fin Jaiak, que aportó el mobiliario y el material necesario; Joan Conejo, el genio de los genios que crea la magia más increíble con una creatividad sin límites; y Three Loonies, encargados del protocolo, la organización, coordinación y logística que hizo que todo resultara perfecto, que fluyera, que los inconvenientes se convirtieran en virtudes y que lo que parecía imposible se materializara en una realidad de ensueño del que no queremos despertar. Joan conejo, David Verdaguer y Armando Peña, con la presencia constante de Meritxell Camps y el apoyo impagable de Margalida Pons, más la generosidad sin límites de la familia Zaforteza Dameto y de las empresas que con su ayuda económica nos han apoyado, han hecho posible un sueño de invierno plasmado de manera magistral de principio a fin con una puesta en escena alucinante.
Unas Navidades azules fue el punto de partida para el desarrollo de un proyecto inspirado en un color que nos llena de esperanza y libertad, dos palabras claves para definir el verdadero significado de este maravilloso evento donde los niños son los principales protagonistas. Desde el boceto creado por Joan Conejo se pudo entrever lo espectacular de los espacios donde la luz y el color envolvían con una única mezcla entre lo más cálido y lo frío que nos permitiría estar, sentirnos, rodeados de una magia única. El propósito siempre fue ir descubriendo algo nuevo, donde las luces de las velas y los toques en color azul nos llevaran hasta el espacio donde el brillo y la sensación del invierno nos esperaban a todos. Un salón lleno de brillo y color donde dos imponentes lámparas de lágrimas con más 13.200 cristales nos daban la bienvenida a un mundo que a mí me recordó de inmediato lo sentido en la casa de hielo de Laponia donde la tradición dice que trabaja Papá Noel.
Quizás lo consiguieran también las mesas iluminadas en su interior, dando la luz necesaria para que las sillas transparentes a su alrededor parecieran de hielo puro, muchas velas y un juego magnífico de luces nos trasladaron a un frío y maravilloso invierno que fue la propuesta que aceptamos en la primera reunión cuando Joan Conejo, David Verdaguer, Meritxell Camps y Armando Peña, de Jaiak, nos presentaron la idea hace unos meses y en un año importante para el Grup Serra y Ultima Hora, que celebra sus 125 años, a lo que hay que añadir el fallecimiento de Don Pedro Serra hace unas semanas, lo que hizo que el tiempo encogiera más todavía y el esfuerzo de todos tuviera que multiplicarse. La entrega de la familia de Ultima Hora en un momento así ha sido tal que no tengo palabras para agradecerles todo el bien que han hecho estas últimas semanas haciendo posible lo que parecía imposible, o sea, superarnos a nosotros mismos. ¡Lo conseguimos!
Generosidad. Lo intuimos ya en la primera de las reuniones en la que se decidió que la fiesta volvería a Son Termes, una preciosa possessió del siglo XIII situada en un lugar privilegiado cerca de Palma, que mantiene el carácter que siglos de historia le han dado y que no se improvisa y que nos cedió sus mejores espacios para la ocasión, la Sala de Chimeneas, para el cóctel de aperitivo, y la Sala de Carroces para la cena y la fiesta posterior. Con una convocatoria en manos del Grup Serra y Ultima Hora sabíamos que tendríamos éxito, pero nunca imaginamos que tendríamos que ampliar aforo para poder recibir a todos aquellos que quisieron acompañarnos tras haber pagado 75 euros, que si lo piensan es muy poco, que van destinados al cien por cien a las ONG beneficiarias, pues el gasto se asume por completo por la generosidad de las empresas patrocinadoras principales.
Jaiak forma parte de un grupo de tres empresas cuyo objetivo final es el control de los aspectos que implican el diseño, la ejecución y la coordinación de un evento para conseguir la excelencia. Ellos aportaron el mobiliario y el material necesario, Joan Conejo aporta su extraordinaria creatividad desde su laboratorio de ideas para el diseño y consigue la magia y Three Loonies se encarga del protocolo, la organización, coordinación y logística necesaria para dotar de fluidez el evento que comenzó en el momento de intercambiar las entradas por el ‘pasaporte’, unos libritos ideales que contienen toda la información de la fiesta.
Elegancia. Fue la primera sorpresa de la noche. Una especie de carnet de baile que daba paso a un mundo mágico cruzando el arco de la clastra de Son Termes. Inmediatamente una alfombra azul y miles de luces brillando en la noche daban paso al photocall donde Carme Serra y servidor pudimos dar la bienvenida y las gracias a cada uno de nuestros invitados y amigos. Fue un momento mágico que se sucede cada año y aun así no me acostumbro a lo maravilloso que es ver llegar a la mujeres más elegantes de Palma con sus vestidos de ensueño, maravillosamente peinadas y con maquillajes festivos, sumando fantasía junto a sus parejas de smoking en su inmensa mayoría, aunque también vimos algún traje oscuro, pocas corbatas y sí una variedad enorme de chaquetas de smoking de terciopelo para los señores más elegantes, alguna interpretación atrevida que nos encantó y hasta la elegantísima capa española lucida por algún señor de los de toda la vida.
Especialmente elegante estuvo Don Arturo Lope que, pese a tener que usar silla de ruedas, no quiso perderse la velada y apareció envuelto en una magnífica capa e impecable de etiqueta con toda su familia, a cada cual más elegante. ¡Qué momento más bonito! Respecto a ellas, qué les voy a contar que no se vea mejor en las fotos que acompañan esta crónica tan detallada. Brilló el brillo de la Navidad, desde Àngels Mercer, que me sorprendió pese a ser mi hermana con un maravilloso vestido de alta costura de la creadora palmesana Antonia Fuster hecho a medida sobre un corte de lentejuelas con los colores de la noche. Antonia es mágica y tienes manos de oro y sé que hizo también para la fiesta algún otro vestidazo, o el smoking de Bárbara Abril con pantalón palazzo que complementó con una pajarita de La Morenita de Alma López. Mis bellas habituales no faltaron: Natasha Zupan, maravillosa, Diana Zaforteza, mi segunda hermana que llegó con su madre, Dolores Rodes, y su prima Andrea Ferrater Zaforteza, las tres muy elegantes como es habitual; o Kettylin Magnusson, que llegó expresamente desde Amsterdam luciendo unos brillantes que casi me dejan ciego con su fulgor de calidad excepcional; al igual que Ilona Novackova, impactante en color cereza; o Nina Iglesias de Jorge Vázquez; o Concha Calvo y su hija María Buades; o la estupenda Carmen Zaforteza Dameto, maravillosa con un vestido oro total en malla de punto con el que estaba más guapa que nunca. Después seguiré con los vestidos porque hubo maravillosos y quiero que se fijen bien en ellos porque nada da más felicidad que ver a la gente guapa para una fiesta. De hecho, la celebración comienza cuando uno recibe la invitación con el dress code marcado y ha de pensar en qué ponerse para que la fiesta sea todavía más bonita. Ir bien arreglado y como marca el protocolo, además de demostrar nuestra buena educación, también demuestra nuestra disposición a pasarlo bien. El momento photocall duró más de una hora, pero este año además lo disfruté bailando, pues el grupo Isla Paradiso se encargó de poner música a la noche desde el principio y la banda junto a nosotros, los anfitriones, dando la bienvenida fue la mejor de las ideas. Nunca había hecho un photocall bailando y les aseguro que es lo más divertido que hay, uno entra en la fiesta con el cuerpo de jota desde el minuto uno. ¡Qué gran acierto! Tras la foto de rigor y el bailecito los invitados recibían una copa de champán servida por camareros impecablemente uniformados y mejor educados. En Son Termes es marca de la casa. Nos ayudaron también dos azafatas de Hexel, Isa Rosselló y Laura Estarellas, y la agilidad de los fotógrafos y periodistas de esta casa con la ayuda de Paula Serra, que también fue inestimable en este momento. En la puerta, Margalida Pons y su hija Gloria Ferrari, con un grupo de voluntarias se ocuparon de que no hubieran engorros innecesarios y de que todo fluyera. En fin, que copa de champán en mano y sobre una alfombra azul se accedía a la Sala de Chimeneas tras cruzar un haz de luz también azul y es que tanto la iluminación como el sonido en esta ocasión fueron muy importantes. Se encargó la empresa Show Center, que dirige Julio Caamaño con gran acierto. ¡Qué lujo!
El cóctel. La Sala de Chimeneas con las fogatas encendidas es un lugar cálido de por sí, con el sabor de lo de toda la vida y del campo mallorquín, pero iluminada con miles de lucecitas doradas flotando entre ramos de pino colgando de los techos centenarios se convierte en un espectáculo. Es donde Son Termes sirvió el aperitivo previo a la cena y donde se produjeron los primeros encuentros y las primeras conversaciones de la noche. Brillaban Rosa María Regí, Chisca Ozonas Morell con uno de los modelos más atrevidos de la noche, un smoking con short de lentejuelas maravilloso que Chisca lucía como nadie, o Malú Fonseca enfundada en un Sybilla verde impresionante, o Barbora Campanerova, la esposa del abogado Jaime Campaner, guapísima con un ceñido traje negro. De negro también, e impresionantes, Eva Siles y la doctora Lydia Sanchís, esposa de Jaime Ramón, o Isabel Izquierdo o Cecci Sandberg con joyas de familia maravillosas y Araceli Bosch con encaje de calidad excepcional. Barbara Bergman y Klas Kall, de Rialto Living, que eran patrocinadores principales del evento, también eligieron el negro y estaban elegantísimos. Lo son de verdad. También hubo quien lució de rojo, uno de los colores de la Navidad; Patricia Conrado estaba estupenda y Marita Rheme maravillosa, o Ilona Novackova, impresionante de cereza con joyas de Jouells. Por cierto, María José Castellví estaba guapísima de negro, o con el oro, como Landa Lazcano, Carmen Planas, Corinna Graf, Beatriz Juan de Sentmenat o Vanessa Vandergast, el blanco elegantísimo de María Juan de Sentmenat o el plata de Francina Galmés Meliá, que llevaba uno de los adornos en el pelo en forma de diadema años veinte maravillosa, tanto como para quitar el hipo. Sigo con la fiesta para volver con los vestidos un poco más tarde.
Belleza. En el aperitivo se sirvieron auténticas maravillas de la casa y también bebidas a go-gó y eso que la noche todavía no había comenzado. A las veintidós horas y diez minutos dimos paso a la gran sorpresa de la noche, aunque no sería la última, abriendo la Sala de Carroces de Son Termes. Fue algo absolutamente mágico, casi indescriptible, pues una sala inmensa dominada por la altura de sus arcos apuntados góticos, se había convertido por obra y gracia de Joan Conejo y su equipo, más todos los que ya he nombrado, en la gran sala de un palacio nevado, o en la nieve, la sala mágica de los cuentos de la Reina de las Nieves donde vive el espíritu de la Navidad y desde donde sale toda la ilusión. Pareciera que acababa de nevar sobre la sala. Desde las alturas caían telas blancas formando una carpa gigantesca sobre la que se proyectaban las miles de luces y sus brillos infinitos.
En los tres centros neurálgicos de la sala, tres inmensas lámparas de cristal de roca parecían llevar allí toda la vida esperando este momento único en el que las mesas se iluminaron desde abajo en azul hielo sosteniendo árboles blancos iluminados en plata, o bien centros de macizos de hortensias azules, mis flores favoritas, repartidas a cientos sobre las que parecían flotar velones y candelabros de cuento de hadas. Entrabamos al salón de un palacio de las nieves. Para sentarse se habían elegido sillas de metacrilato que se convirtieron en esculturas como las del Ice Hotel, un lugar mágico de Laponia que conozco muy bien y en el que el efecto de la nieve helada usada como materia decorativa y prima es el mismo que consiguieron los de Three Loonies al decorar la Sala de Carroces. En una de esas mesas se sentaron los Stork, la familia propietaria de Stork Interior Desing-Kichen, que se sumaron a la fiesta este año como patrocinadores principales. Udo Stork y su esposa Tatyana, una mujer bellísima y elegante que en su juventud fue una modelo importante y hoy además de trabajar junto a su marido es madre de tres hijos estupendos, celebraron con esta fiesta que su compañía lleva sesenta años de actividad en Alemania y desde hace unos años en Mallorca aportando innovación y tradición con ideas creativas. Son además los representantes en Baleares de las marcas más famosas de Alemania en decoración de interiores, aunque a mí lo que me vuelven loco son sus cocinas alucinantes. No se pierdan una visita a su showroom en el Polígono de Son Bugadellas, en Calvià, hay todo un mundo por descubrir al igual que en Palma está el mundo de Rialto Living, tan mágico que es ya un mito en medio mundo. Bárbara y Klass desde que inauguraron hace ya más de diez años su tienda de la calle Sant Feliu de Palma han conseguido crear un estilo de vida nuevo y contagiarlo a los mallorquines, pues han sabido poner en valor lo que nos es más propio, y eso que lo han hecho con la visión escandinava del lifestyle trasladada al Mediterráneo mallorquín con todas sus esencias. En ese ambiente de magia hubo una sorpresa más que provocó incluso la zozobra y confusión de algún invitado. ¡Es lo que pretendíamos poniendo sólo mesas en el centro de la sala para un número indeterminado de personas! Ese era el efecto, hacer que la gente tuviera que buscar un lugar donde sentarse, moverse, conocer, interactuar, ir a buscar la cena y no esperar en la mesa a ser servidos. En medio del lujo atómico en el que estábamos buscamos la informalidad y cierto caos, que son garantía de fiesta, y vaya si se consiguió.
Delicias. Nuestros amigos enseguida entendieron el concepto con el que queríamos sorprenderles este año, cero rígido pero que permitía acercarse a los tres cocineros de Chefs(in) en sus cocinas trabajando in situ para servirnos las mejores muestras de su cocina. Chefs(in) es la marca que representa la cocina de alta calidad de Baleares a través de la figura de sus chefs, para la promoción de la gastronomía de las Islas, local, nacional e internacionalmente, en colaboración con empresas y productores. En la libretita de la que les hablaba al principio de la crónica encontramos 6 tickets y cada uno pertenecía a uno de los tres cocineros que nos sirvieron la cena, tapas servidas en bufete elegidas según el criterio de cada comensal. Joan Ocampo, de Tess de Mar en sa Creu Nova Art Hotel &Spa, preparó in situ Dumplings de cerdo negro y gamba roja con consomé de jamón ibérico y de postre Chocolate, algarroba y kéfir de granadas, Andrés Benítez, del Botànic de Can Bordoy Grand House & Gardens, preparó un Escabeche de pescado marinado con zanahoria y naranja y su Arroz cremoso de hierbas, berenjenas glaseadas y verduras crujientes, mientras Estiven Arraez, de EAT Vacuum Cooking, sirvió Huevos perfectos con patata trufada emulsionada y salteado de matanzas y, de postre, un precioso Esclatasang de merengue de limón sobre tierra de algarroba y hierbas ibicencas. Ya ven que el producto local ganó por goleada. La cena en mi opnión y en la de muchos fue perfecta, ágil, divertida, joven, sorprendente, distinta, en una especie de salto al vacío y hacia adelante que hará comprender a más de uno que el precio de las entradas es escueto en comparación con lo que se recibe a cambio.
Regalazos. En fin, si pensáramos en la parte económica de esta fiesta los números nos dejarían sin aliento, por eso es tan importante que las empresas colaboren con sus aportaciones económicas, en especie como en el caso de la Relojería Alemana, que nos dio un reloj Cartier maravilloso para la subasta, que es tema aparte y después les contaré, o el sorteo de los innumerables regalos que se repartieron. Regalos de lujo. Antes de la subasta, que es una tradición que ayuda y mucho, hice subir al escenario a las presidentas de las dos ONG que este año recibirán la recaudación íntegra de la noche. Habló primero Carme Serra como presidenta de Amics de la Infància y anfitriona de la velada como presidenta del Grup Serra, y después lo hizo Susanna Jordà. Ambas destacaron la importancia de ayudar a los demás desde la solidaridad y desde las mil formas de hacerlo que hay, sin duda la económica es una de ellas.
Las dos ONG que trabajan por y para los niños lo hacen desde la experiencia y la responsabilidad, por eso no hay improvisaciones que valgan, todo se hace desde el rigor y la profesionalidad, además de máxima transparencia. Agradecieron a todos su ayuda y ayudaron con su testimonio a que la subasta comenzara con buen pie. He de decir que como conductor de la subasta nunca he disfrutado tanto como esa noche maravillosa en la que todo parecía irreal gracias al entusiasmo que demostraron por el reloj Cartier varios pujantes, tanto que la pieza, por la que por cierto yo me endeudaría gustosamente, alcanzó la cifra extraordinaria de 5.000 euros. Finalmente se lo que quedó un buen amigo que sé que lo disfrutará, Alberto Seguí, un guapo entre los guapos, el de la Granja de Esporles, otro de los lugares emblemáticos de Mallorca que de esta manera también estuvo presente en esta noche que nos llevó a un mundo más propio de la Mallorca del siglo XXI, cosmopolita y moderna aunque con raíces muy profundas y orgullosa de quién es, que de la de antes, cerrada y miedosa en la que la excesiva discreción resultaba paralizante. Adoré vivir ese momento, lo haría una y mil veces más. ¡Gracias, Alberto y gracias a todos los que participasteis en la puja animándola! Después llegó el momento del sorteo de regalos, entre ellos un bono para una noche en OD Port Portals, un par de zapatos de Lotusse, una obra de arte de Arturo S. Lope que debutaba en estas Natas con sus cuadros, el que ha dado de comer a las personas más importantes del mundo, una cena en Schwaiger Xino’s, un desayuno para dos en Hospes Maricel, un vale de 900 euros para recibir tratamientos en la Clínica Áureo, patrocinador principal también este año, y van tres. No saben lo que agradezco la presencia de sus propietarios, Toni Jiménez y Cristina Núñez, desde que comenzó esta aventura navideña y solidaria. Clínica Áureo es una organización 100% mallorquina que da un enfoque multidisciplinar a la imagen, la salud y el bienestar realizando una labor conjunta y coordinada entre las diferentes especialidades médicas y odontológicas y con un lema único: «Cuidamos la salud de tu belleza». También sorteamos un forfait para 10 entradas Vip de Aficine, un collar Signature de Jouells, tres vales para cambios de look en Melville&CO estilistas. Alex Melville es mi peluquero, se lo recomiendo, al igual que recomiendo las camisas a medida de mi satre, Serafín González, que rifó tres camisas a medida con el nombre de su padre, Raúl González, fundador de la sastrería en 1970. La Marigan Clinique de mis amigos Tim y Nathalie Liesenhof regaló un tratamiento de mesoterapia facial, Isabel Guarch que, por cierto estaba guapísima con una de las grandes faldas de la noche, un collar de perlas, Coolook de Mar Aldeguer un collar de piedras naturales soberbio, Universal Hotels un fin de semana para dos personas en Universal Castell Royal o Universal Hotel Laguna, o una cena para dos en el Restaurante Es Baluard de Fernando Robledo. Su esposa Cristina Planas fue otra brillante mujer de rojo. Ya ven, la lista no está nada mal. Acabado el sorteo, que fue bastante rápido gracias a la ayuda de Paula Serra, que fue pasando la bola de números entre los asistentes para que ellos fueran las manos inocentes al tiempo que comprobaban si el número premiado estaba en su libreta, esa de la que les he hablado durante toda la crónica y que contenía también la magia de la sorpresa y la ilusión del regalo, tenía grabado el número de la felicidad inesperada en forma de regalo. ¡Qué bonito fue!
El baile. Falta la sorpresa final, que fue la actuación de Los Mickys, llegados expresamente desde Barcelona para hacernos bailar con sus temas de siempre actualizados con un gran sentido del humor y del espectáculo. Abrieron con un villancico de Navidad que estrenaban en su repertorio esa misma noche y siguieron con clásicos como Tengo el corazón contento lleno de alegría, como yo ahora mismo, mientras escribo estas líneas, Doy Gracias a La Vida y le pido a Dios que no cambiéis nunca. Paco, voz solista, cuenta que su primera comunión en La Venta del Aguila le marcaría profundamente. A partir de ese momento decidió que de mayor sería cantante y camarero. Aquella jornada sería tan recordada posteriormente que incluso llegó a acuñarse en la campiña utrerana la expresión «pasarlo mejor que un niño chico en la Venta del Águila» para denominar a esas especiales ocasiones en las que te lo pasas en grande. Y esa sensación es la que transmite Paco a su público cada vez que se sube a los escenarios para repartir diversión y entretenimiento. Son lo más y animan los guateques más importantes de España entera.
¡Feliz Navidad y de nuevo gracias a todos!