La pérdida del cabello es un problema que afecta a muchos hombres y a no pocas mujeres y que ocasiona graves problemas de autovaloración de la propia imagen. Afortunadamente, en cualquiera de sus fases y por cualquiera de sus orígenes tiene soluciones médicas y quirúrgicas con un elevado nivel de satisfacción por parte del paciente.
El doctor Adolfo José Tulián Pagnone es médico tricólogo, experto en solucionar problemas de caída del cabello y en intervenciones de micro-injerto, responsable del servicio de medicina capilar en la Unidad de Cirugía Plástica (UCP) de Juaneda Hospitales, con consulta en Clínica Juaneda.
El Dr. Tulián tiene una amplia experiencia en este campo al que muchos pacientes no se acercan por miedo a complicaciones (muy improbables) o a elevados costes, cuando esos problemas pueden darse en ciertos países que han ofrecen esos servicios, como 'turismo sanitario' y con bajos costes, pero no equipos de alto nivel como el de Juaneda Hospitales.
Sin embargo, las soluciones que ofrece el Dr. Tulián son seguras y para todas las edades y sexos: «Nosotros tratamos desde hace ya tiempo a pacientes de ambos sexos y con edades a partir de los 18, es decir, que atendemos a personas que desde esa edad y en adelante han decidido mejorar su estética y solucionar su problema capilar».
Sin embargo, no todas las soluciones a la pérdida del cabello son forzosamente quirúrgicas (micro implante de cabellos): «Hay muchos pacientes que acuden a la consulta preguntando en qué consiste una cirugía y qué precio tiene y se llevan una sorpresa cuando se enteran de que la solución a su problema es un simple tratamiento médico».
De hecho, abunda el Dr. Tulián, «existen tratamientos médicos [es decir, sin intervención quirúrgica, solo farmacológica] que son específicos para resolver problemas capilares y que con unos meses de seguirlos, con paciencia y adherencia, ofrecen resultados muy buenos y saludables, sin necesidad de una intervención quirúrgica».
Las causas más frecuentes de la alopecia son las de origen hormonal, pero también mecánicas, la traccional y similares (peinarse estirando demasiado del pelo) por lo que es muy importante hacer una valoración específica de cada paciente y eso solo puede lograrse en una consulta especializada.
«Dada la importancia de valorar adecuadamente a cada paciente —explica el Dr. Tulián— en cada caso se le pide una analítica y se le realiza un estudio para averiguar exactamente cuál es la causa de esa caída del cabello y con toda esa información e historia clínica, determinar cuál es la mejor indicación para su problema».
Y es que aunque operarse es una solución segura y eficaz «siempre que se pueda lograr una solución que satisfaga la expectativa del paciente se va a optar por tratamientos más conservadores, y si no son suficientes, la cirugía es última opción, en la que siempre el resultado es el mejor», explica el Dr. Tulián.
En cualquier caso, la cirugía no debe preocupar ni por dolorosa ni por cara: «Para la cirugía hay que hacer un esfuerzo, estar unas horas en la clínica y algunas molestias, que ni siquiera son importantes, porque es una cirugía menor. Muchos pacientes dicen que es más simple que un tatuaje o menos complicado y doloroso que ir al dentista», destaca el Dr. Tulián.
Más problemas que en una clínica de alta profesionalización y garantías, como en la UCP de Juaneda Hospitales, puede tener un paciente «en otros países que se pusieron de moda en un principio por que parecían más baratos y porque se iban con un grupo de amigos y de paso se hacía turismo. Pero claro, en ocasiones las reconstrucciones no eran buenas».
«Muchos pacientes, al volver de uno de esos países, se sienten desolados porque han tenido problemas ya en casa. Conozco casos de pacientes a los que no les han dado ni siquiera prevención con antibióticos para evitar una posible foliculitis o pseudo foliculitis», explica el Dr. Tulián, que conoce casos de complicaciones al regreso a casa:
«Muchos pacientes regresan de esos países y no tienen ni idea, porque no se lo han explicado, de cómo deben hacerse los cuidados postquirúrgicos, ni cómo hacerse los lavados». Y no solo es ese problema, sino que «el peor de los casos es del de los pacientes con complicaciones importantes que les aparecen cuando ya han regresado».
En demasiadas ocasiones, cuando esos problemas se dan ya de regreso, «no son pocos los pacientes que llegan con desesperación a la consulta porque no logran ni tan siquiera contactar con la clínica en la que se operaron. En muchas ocasiones, aquello que fue un beneficio, un ahorro económico, puede terminar en un problema importante de salud».
Y es que ya ni el ahorro es un motivo objetivo para viajar a países que se han publicitado como la meca de los implantes baratos: «Los precios han bajado mucho en Europa y se han equiparado. No compensa no irse tan lejos. Aquí las soluciones no son muy caras y se presta un servicio postquirúrgico, de seguimiento y de control que da garantía y tranquilidad».